El Balneario Nudillales, referente turístico por excelencia y motor económico de Alejandría, Oriente antioqueño, ha reabierto sus puertas tras estar casi un año cerrado, trayendo un respiro y esperanza a la comunidad que depende en gran medida de su actividad.
La noticia, confirmada por la Alcaldía de Alejandría a través de sus redes sociales, marca un “renacer colectivo” para el municipio.
El balneario, que en su momento de mayor auge llegó a impulsar cerca del 70% del turismo local y a generar ingresos que superan los $200 millones cada fin de semana en servicios turísticos, ha enfrentado múltiples desafíos en los últimos años.
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Balneario Nudillales: un historial de cierres y resiliencia
Esta estructura, crucial para el acceso al balneario, resultó afectada por la fuerza del agua. El cierre representó un duro golpe financiero para el municipio, pues la situación llevó incluso a que los costos de transporte de materiales se triplicaran para algunos residentes de la zona.
Ante la magnitud del problema y la conclusión de un estudio del Dagran que recomendaba la demolición y reemplazo del puente, los comerciantes locales, a través de la asociación Asocobal, tomaron la iniciativa. Conscientes de la vital importancia del balneario –considerado la “vitrina turística” que jalona la economía distributiva del municipio– invirtieron cerca de $17 millones de sus propios recursos para construir un puente peatonal provisional, además de $4 millones en estudios de gestión de riesgo, como los de desembalse y creciente súbita.
La Alcaldía, en ese entonces, jugó un papel clave en agilizar los planes de contingencia ante Cornare y el Comité Municipal del Riesgo, lo que permitió la aprobación y uso de este puente provisional y facilitó una reapertura en 2022.
Aunque la reactivación económica se dio, el número de visitantes se redujo significativamente, pasando de 500-600 personas por fin de semana a entre 150 y 200. En Alejandría, han aprendido que no se deben “poner todos los huevos en una canasta”, reconociendo la necesidad de impulsar otros tipos de turismo como el de aventura, ecoturismo y rural.
El último cierre del Nudillales y su impacto económico
Más recientemente, el balneario Nudillales volvió a cerrar sus puertas de manera intempestiva el sábado 3 de agosto de 2024, cuando una inspectora de Policía llegó al lugar y por sus propios medios vació la piscina por orden de las autoridades municipales.
Este cierre se debió a un litigio entre la administración de la actual alcaldesa, Gloria Cecilia Naranjo, y Asocobal, la asociación que administraba el balneario desde 2018 y que es reconocida por haberlo convertido en un referente turístico de la región.
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Sin embargo, la administración municipal decidió que la Asociación no continuaría como administradora del balneario, obligándolos a desalojar.
Asocobal, conformada principalmente por adultos mayores, alegó incumplimientos y “maniobras irregulares” por parte de la alcaldía. Entre sus quejas, la asociación denunció la negativa a reconocer las mejoras que habían realizado en el lugar desde 2018, como la construcción del puente peatonal, obras de mitigación por socavaciones, y mejoras en los baños, así como la negativa a permitirles seguir vendiendo almuerzos, un ingreso vital para su fondo de solidaridad que ayuda a los socios adultos mayores con servicios de salud.
Por su parte, la alcaldesa Naranjo argumentó “reiterados incumplimientos” por parte de Asocobal, señalando que el contrato de operación vencía el 27 de julio y que la prórroga de seis meses por parte de la administración anterior fue una “extralimitación de funciones”. La alcaldesa también afirmó que el valor solicitado por Asocobal por mejoras, supuestamente $600 millones, es “totalmente desbordado” y que, de hecho, la asociación “entraría a deberle” al municipio.
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No obstante, un mes después del cierre, un juez determinó que la administración municipal violó el debido proceso al cerrar el balneario, pero no permitió su reapertura.
Un “renacer colectivo” para Alejandría
Once meses después, la Alcaldía de Alejandría ha anunciado oficialmente la reapertura del Balneario Nudillales. El comunicado oficial expresa que el balneario “volvió a latir... y con él, también el corazón de nuestro pueblo”, enfatizando que en este lugar no solo fluye agua cristalina, sino también “la vida, la memoria, los sueños y la esperanza”.
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La reapertura, dicen desde la administración, es un homenaje a los emprendedores que “madrugan con ilusión”, a los adultos mayores que “enseñaron a amar esta tierra”, y al comercio que se “reactiva con fuerza”.
Para Alejandría, es un momento en que las familias “vuelven a encontrarse donde todo empezó”, consolidando la idea de que el balneario es más que un simple atractivo turístico; es un “renacer colectivo” que demuestra la resiliencia del pueblo.
