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Personería lanza SOS por situación de presos en El Pedregal
Además de hacinamiento, calidad en salud, alimentos e instalaciones son cuestionables, según la entidad.
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La cárcel de El Pedregal, ubicada en el corregimiento de San Cristóbal, presenta afugias de infraestructura en parte de sus zonas comunes, según expresaron las directivas. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
25 de agosto de 2021
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El hacinamiento no es la única pesadilla de los privados de la libertad que pagan sus penas en la cárcel de El Pedregal. Así lo confirmaron la Personería de Medellín y el Observatorio del Sistema Penal, Penitenciario y Carcelario municipal, lanzando un SOS por esta población tras visitar el complejo.
En el reporte compartido por esas entidades, se habla de escasez de agua, baja calidad en la alimentación, falta de médicos y fallas en la infraestructura. La situación, según estas, impide garantizar los derechos humanos de los privados de la libertad en el lugar.
En el patio de hombres, por ejemplo, los internos viven en un hacinamiento del 140 %, en una estructura dispuesta en principio para 360 personas. A esta alerta de la Personería, se suman los reclamos de las directivas de la cárcel y de defensores de esta población.
Estos sostienen que la situación es de vieja data y que, hasta ahora, no se han percibido soluciones de fondo por parte de las entidades competentes. Señalan que la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios de Colombia (Uspec), encargada de suministrar bienes y prestar servicios carcelarios, es responsable de buena parte de la situación.
Detalles de lo que ocurre
William Yeffer Vivas, personero de Medellín, sostuvo que las condiciones de los privados de la libertad en el centro carcelario de alta y mediana seguridad no son dignas. Esa apreciación fue confirmada por Juan Diego Giraldo Zapata, director de El Pedregal, quien habló de las afugias que allí se viven.
La primera tiene que ver con la salud. El complejo solo cuenta con dos médicos y dos enfermeras, quienes atienden a casi 3.500 reclusos. “La población es muy amplia. Si se enferma mucha gente, no tenemos cómo responder. Hay una deficiencia en salud general y psiquiátrica”, dijo Giraldo.
El otro dolor de cabeza es la alimentación. El contratista, según Giraldo, no cumple con el menú ni con el horario de entrega: “Los internos, a razón de eso, deciden hacer huelgas de hambre. La calidad de los alimentos no es buena”.
Esta situación es bien conocida por Jorge Carmona, defensor de los privados de la libertad, quien sostuvo que la alimentación es “deplorable”: “La comida puede generar problemas de salud, hasta los internos se han llegado a intoxicar. Es algo de vieja data y las soluciones no aparecen”.
En el tercer frente emergen las fallas en infraestructura y el hacinamiento. Vivas precisó que una parte del complejo amenaza con una emergencia: “Si no se toma la medida con obras de mitigación, eso va a resultar en un desalojo, que implicará mayor sobreocupación en otros centros”.
En el momento, la cárcel de Pedregal tiene una capacidad para 3.165 presos. Ese número es superado en 305 reclusos, lo que implica un hacinamiento del 9,6 %. Si bien la cifra es menor, comparada con el hacinamiento de las cárceles de Caucasia (204 %) y Andes (177 %), esta puede ser reflejo de la sobreocupación que afronta el departamento (ver Gráfico).
Con este panorama, Giraldo elevó un llamado a la Uspec, pidiéndole privilegiar la calidad de los suministros en la contratación y no los precios: “También pedimos que los organismos de control se articulen, y trabajen unidos, para que le hagan seguimiento a la situación”.
Uspec responde
Debido a estos testimonios, EL COLOMBIANO consultó a la Uspec para conocer qué evaluación hace de lo que sucede en esta cárcel. La entidad se refirió primero al tema de salud. Aclaró, en este frente, que el Hospital la María es el encargado de prestar los servicios de primer nivel de complejidad y especializados.
Ese hospital, dijo la Uspec, presta atención médica las 24 horas del día, durante toda la semana. También hay paramédicos, suministro de medicamentos y algunas pruebas de laboratorio.
“Se ha dado cumplimiento a la atención en salud. Esta no se traduce en cantidad de personal médico, sino en la capacidad resolutiva de baja complejidad que se tiene en el lugar, adicional a los servicios complementarios”.
Respecto a los señalamientos de alimentación alterada y deteriorada, la Uspec desestimó la afirmación, al indicar que realiza “inspección, monitoreo y control de conformidad a las facultades previstas en el convenio interadministrativo suscrito entre la entidad y la Fundación Universitaria del Valle”.
Esta agregó que, tras 34 visitas de interventoría, no hay material probatorio respecto a la descomposición de los alimentos, la cual calificó como subjetiva: “El contratista tiene diseñados e implementados planes y programas de aseguramiento de la calidad e inocuidad de los alimentos”.
En cuanto a las fallas en infraestructura, la entidad precisó que no es de su competencia realizar labores de adecuación de forma autónoma. Pese a ello, esta procederá a programar una visita con especialistas, con el objetivo de determinar las afectaciones y acciones a seguir para una atención efectiva.
Este tipo de promesas ya las ha escuchado Zapata, quien precisó que son recurrentes las visitas, aunque no se ven las mejoras. Debido a la situación, la Personería precisó que ya se radicaron las quejas pertinentes ante los entes de control, con el ánimo de ponerle la lupa a la contratación y de garantizar, por fin, los derechos humanos de los reclusos de El Pedregal.
3.470
es la cifra de privados de la libertad que hay en la cárcel de El Pedregal: Inpec.
140 %
es la cifra de hacinamiento de uno de los patios de la cárcel de El Pedregal.
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