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La temporada de invierno ya empezó a mostrar su fuerza en Antioquia y en su capital Medellín, que esta semana ha sufrido el rigor de las lluvias con la inundación de muchas de sus arterias viales e, incluso, con una granizada ocurrida la tarde del martes en el corregimiento de San Antonio de Prado.
La más fuerte emergencia, hasta el momento, se vivió en el municipio de Rionegro (Oriente antioqueño), donde los barrios Alto de Medio y La Pola y zonas aledañas al centro comercial San Nicolás sufrieron inundaciones. En el barrio El Porvenir, los sumideros fueron incapaces de absorber la cantidad de agua caída, lo que causó fuertes inundaciones en sus calles.
Como resultado, según Cristian Ospina, subsecretario de Gestión del Riesgo local, el agua ingresó a varias viviendas, pero no hubo pérdidas mayores.
Los aguaceros también se han sentido con rigor en Bello y Barbosa, en el Norte del Aburrá, y en Caldas, La Estrella, Sabaneta e Itagüí, al Sur del área metropolitana.
El pasado martes, cuando las lluvias fueron más fuertes, el Siata -Sistema de Alerta temprana- reportó que la precipitación estuvo acompañada de descargas eléctricas: entre las 4:45 y las 5:45 p.m. se registraron 17 rayos en el Valle de Aburrá, de los cuales 11 se presentaron en Medellín, cuatro en Itagüí y dos en Caldas.
El miércoles, aunque la tarde fue lluviosa, no hubo reportes de emergencias mayores.
En el transcurso del año, el Departamento Administrativo de Gestión de Riesgo de Desastres (Dagrd) ha atendido 9.820 incidentes en Medellín, de los cuales 119 corresponden a inundaciones y 168 a deslizamientos.
También, su equipo técnico ha realizado 2.335 inspecciones por riesgo, 1.604 de ellos por deterioro estructural.
Sobre el comportamiento de las lluvias en octubre, Leonardo Ruales, coordinador del Centro Regional de Pronósticos y Alertas de Antioquia, señaló que se mantendrá la condición normal de precipitación y que esta puede oscilar entre los 200 y 600 milímetros. Las principales subregiones de Antioquia que se encuentran expuestas son Bajo Cauca, Oriente, Nordeste y el Suroeste.
De acuerdo con los pronósticos del Sistema de Alertas Tempranas de Medellín y el Valle de Aburrá, se inició la transición a la segunda temporada de lluvias del año en todo el país, por lo cual se registran días soleados que se combinarán con otros de intensas precipitaciones.
“Esta fase trae riesgo de hechos como inundaciones, crecientes súbitas, avenidas torrenciales, vendavales, deslizamientos, tormentas eléctricas, granizadas, entre otros, y que se acentuarían en octubre y noviembre”, advirtió Camilo Zapata, director del Dagrd.
En lo que viene para los próximos días, será fundamental la prevención para evitar riesgos de desastres como los que se pronostican desde los organismos de riesgo.
Luis Aníbal Sepúlveda, ingeniero sanitario y director de Acodal (Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental) aseguró que la situación de las quebradas sigue siendo crítica, sobre todo en el Aburrá, donde hay asentamientos humanos en sus orillas. No ha habido un adecuado mantenimiento y esto hace que el riesgo siga latente.
“Los problemas de las quebradas son tres muy claros: hay asentamientos informales en sus cauces, contaminación por la caída de aguas residuales domésticas cuando no tienen conexión a pozos sépticos o redes de alcantarillado y depósito de residuos”, indicó.
En verano, añadió, las quebradas se secan y todos esos residuos quedan en el fondo, pero cuando llega el invierno las aguas arrastran toda esa sedimentación y es cuando se vienen las emergencias.