En contraste con los 75 municipios de Antioquia en los que hubo un descenso poblacional, en los diez que conforman el Valle de Aburrá el censo del Dane registró un aumento en los residentes. En total, la conurbación pasó de tener 3.316.358 habitantes en 2005 a 3.726.219 en la medición de 2018.
Ese incremento se vio complementado con un hallazgo desde el ámbito inmobiliario: en el Aburrá hay casi el doble de apartamentos que en la geografía nacional (61 % frente a 32 %), lo que plantea nuevos retos para sus administraciones desde la planeación territorial.
Así lo expuso Juan Daniel Oviedo, director del Dane, en una mesa de trabajo del programa Aburrá Sur Cómo Vamos. Además, dijo que la medición debe ser el insumo para que los municipios prioricen medidas para la población mayor y el empleo.
Prever el desarrollo
Uno de los principales cambios que registró el censo de 2018 en el Valle de Aburrá fue la reducción de habitantes por vivienda. Así, mientras que en 2005, el 28,1 % de las casas de la región metropolitana eran ocupadas por dos personas o menos, para 2018 los hogares de ese número de integrantes se incrementaron hasta el 43,2 %, lo que se ve representado en una mayor proporción de apartamentos: 6 de cada 10 viviendas son de este tipo.
Lo anterior ha derivado en un auge inmobiliario que encontró en Sabaneta su máximo exponente en el Valle de Aburrá, y acerca del que el director Oviedo concluyó que debe planear su crecimiento a la par del de los municipios vecinos.
“Hay que generar ejercicios de reflexión de planeación que no sean individuales. El Valle de Aburrá debe preguntarse cómo se puede promover un plan de desarrollo y ordenamiento que no piense que Sabaneta tiene a toda su gente viviendo y trabajando allí, porque la realidad es que, en el día, es una población que se distribuye por los demás municipios”, dijo.
En ese sentido, el secretario de Planeación de Sabaneta, Camilo Vergara, expuso: “De acuerdo con nuestro análisis, el sector inmobiliario del municipio solo se ha desarrollado en un 30 % de su potencial. Sabaneta tiene que dejar de vivir de las licencias de construcción, y los esfuerzos tienen que estar orientados a que se vuelva una ciudad de servicios, no un dormitorio”.
Ojo a la tercera edad
Otro de los puntos en los que el Dane hizo un llamado al Valle de Aburrá es en la atención a la población mayor de 65 años, que en el censo ajustó 387.526 personas.
En ese sentido, Jorge Coronel, coordinador del programa Aburrá Sur Cómo Vamos, precisó: “Nos inquieta la tasa de envejecimiento porque no vemos políticas concretas frente a esa realidad. Es necesario incorporar un enfoque que prevea su cuidado, no solo desde el sector público, sino también en los lugares de trabajo”.
En noviembre, el Dane publicará las proyecciones de crecimiento poblacional a 35 años .