En el municipio de Turbo hay gran pesar por el deceso del padre Francisco Miguel Portillo Reyes, de 74 años, quien falleció de un ataque cardiaco tras haber contraído el covid-19 al parecer por entrar en contacto con un familiar suyo que labora en la Plaza Minorista de Medellín.
El religioso católico, que ya estaba retirado del servicio, falleció el pasado lunes 27 de abril tras haber permanecido varios días recluido en un hospital de la capital antioqueña afectado por la enfermedad, de la cual incluso se había reportado su recuperación.
Sin embargo, cuando el pronóstico era favorable para la superación de la enfermedad, el presbítero sufrió un ataque al corazón que terminó con su vida.
El lunes también había fallecido atacado por el virus, en Tumaco, el sacerdote Juan Gerardo Triviño, quien residía en Canadá pero había regresado hacía tres meses a esta ciudad del departamento de Nariño.
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La Diócesis de Apartadó, al elevar una oración por el religioso, expresó que el padre Francisco “fue un regalo del señor para nuestra iglesia” y agradeció “todos los años de servicio y amor prestados a la comunidad”.
Como manifestación de pesar y reconocimiento a la labor del sacerdote en la región de Urabá, la alcaldía distrital de Turbo expidió una resolución lamentando su muerte y reconociendo su legado.
El alcalde, Andrés Felipe Maturana González precisó que Portillo Reyes “fue incardinado (designado) desde su ordenación sacerdotal por la Diócesis de Apartadó a diferentes parroquias del distrito de Turbo, siendo fundador de la parroquia Santo Ecce Homo y párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, hasta su retiro”.
Señaló que el padre “fue testimonio de vida y durante su servicio sacerdotal se distinguió como persona de principios y valores cristianos, siendo ejemplo de caridad y entrega a los más necesitados”.
Entre su comunidad los lamentos no paran. Merly Beatriz Ortiz Duarte señaló que el padre Francisco “partió de este mundo, pero dejo una huella imborrable para los turbeños”.
Y Jorge Dajan comentó que “se nos fue una maravillosa persona en todo”. El padre también ejerció su ministerio en el municipio de San Pedro de Urabá y en el corregimiento Currulao, de Turbo.
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