Segovia y Remedios viven desde el pasado viernes una tensa calma por cuenta de la protesta minera que ajusta cinco días y por la que gran parte del comercio cerró sus puertas.
Eliober Castañeda, presidente de la Mesa Minera de ambos municipios, destacó que la protesta ha sido pacífica y señaló que cerca del 90 % de los pobladores de estas dos localidades del Nordeste antioqueño apoyan la movilización social de los mineros.
En la Gobernación de Antioquia, por su parte, hay dos versiones encontradas sobre el paro minero. Por un lado la secretaria de Gobierno, Victoria Eugenia Ramírez, quien dijo el lunes en una entrevista a RCN radio que allí no había un cese de actividades:
“Hoy el municipio está tranquilo. No hay paro minero, no hay paro de actividades ni vía cerradas. Sí hay una alerta en la comunidad que le da temor pero se les ha dado voz de confianza y los niños fueron a estudiar y los establecimientos están abiertos”, dijo.
Horas después el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, aceptó que sí hay un paro en curso en esa zona del departamento y destacó el carácter pacífico que ha tenido la movilización:
“Hay que tomar como muy positivo que los actos violentos bajaron a cero. Los mineros tienen una gran confianza y nos han dicho que no necesitan intervención en la fuerza pública porque han ingresado a una protesta pacífica”, declaró.
El miércoles desde las 9 a.m. habrá una reunión en Segovia en la que participarán comandantes de la fuerza pública, miembros del gabinete departamental y de la administración municipal, representantes de la mesa minera y de la multinacional Gran Colombia Gold para avanzar en los reclamos que tienen los miles de labriegos que se dedican a la minería en estos dos municipios.
Clases al 50 %
En diálogo con EL COLOMBIANO, el mandatario de Segovia, Gustavo Tobón, confirmó que el comercio cerró sus puertas desde el viernes y calculó en un 50 % la anormalidad académica que se presenta en el municipio.
“El orden público ha mejorado mucho con respecto a los paros anteriores. No hay bloqueos totales pero el comercio permanece casi cerrado en su totalidad. Hay algunos que apoyan la protesta y otros a los que les da temor trabajar”.
Para vigilar que la población esté tranquila el casco urbano de Segovia tiene a 18 uniformados pendientes de la seguridad. Por ahora no ha sido necesario el refuerzo con grupos especiales como el Escuadrón Móvil Antidisturbios.