La Procuraduría citó a juicio disciplinario a un patrullero de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, para que responda por presuntas irregularidades en el uso de su arma de dotación.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 5 de agosto de 2017, cuando el uniformado se encontraba en franquicia (descanso). Ese día y según los reportes policiales de la época, el uniformado se enteró que uno de sus cuñados había tenido una pelea con otros jóvenes que le reclamaron porque, al parecer, había agredido a un perro.
“El patrullero al ver que su cuñado estaba siendo amenazado sale de su residencia y empieza a perseguir a los jóvenes y dispara con su arma la cual tenía permiso para porte”, se lee en el informe del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia de Medellín, Sisc, del día siguiente.
Cuatro de los disparos le causaron la muerte a Kevin Andrés Tobón Manrique, de 15 años, a quien alcanzaron a llevar hasta la sala de urgencias del Hospital San Vicente.
La Policía informó que el mismo día del homicidio, el uniformado acudió a la URI de la Fiscalía para entregar su arma y rendir declaración; y señaló en ese entonces que, según otros testigos, los jóvenes implicados en la pelea también habían realizado disparos al aire.
La Procuraduría Provincial del Valle de Aburá calificó provisionalmente la presunta conducta del patrullero como gravísima, a título de dolo, según lo estipulado en el numeral 10 del artículo 34 de la Ley 1015 de 2006.