El pasado lunes las autoridades de Medellín destruyeron -mediante una quema- las 3,7 toneladas de marihuana que habían sido decomisadas el pasado 23 de enero en un parqueadero del barrio Aranjuez.
El procedimiento, que inició en la tarde y culminó a las 8:00 p.m., generó malestar entre la comunidad de Altavista, a tal punto que este martes la Junta de Acción Local del corregimiento emitió un comunicado dejando en claro su inconformidad.
Según la JAL el procedimiento “afectó en gran manera la salud de los habitantes de tres microcuencas: Altavista, la Guayabala y La Picacha” y se hizo “sin medir las consecuencias en materia de salud, como problemas respiratorios, contaminación del aire y las fuentes de agua; y sin tener el reporte de afectación a los animales del Centro de Bienestar Animal La Perla y las instituciones educativas”.
En el comunicado, los vecinos dijeron estar inconformes porque su territorio es usado para destruir elementos decomisados. “La comunidad está cansada de que el corregimiento sea la puerta trasera de la ciudad donde se desechen todos los materiales nocivos como pólvora y marihuana”, agrega el comunicado.
Gustavo Villegas, secretario de seguridad de Medellín, aseguró que la droga fue destruida en una vereda alejada del núcleo urbano de Altavista. “La otra opción que teníamos era llevarla a unos hornos pero esos también emiten humo y sí están ubicados cerca del núcleo urbano. Entonces lo que hicimos fue buscar a las personas que se contrataron para la quema de pólvora, que son expertos en estos procedimientos, y ellos eligieron el lugar”, dijo.
Villegas lamentó la molestia entre la comunidad pero dijo que por razones de seguridad no podían informarles del procedimiento. “Esa droga fue decomisada y tenía un costo de 10.000 millones de pesos”, agregó.
El funcionario precisó que el procedimiento cumplió con todas las garantías de ley, pues además de la Secretaría de Seguridad y la Policía, hicieron presencia la Fiscalía, Personería y Procuraduría.