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Como una mujer católica, muy creyente, fuerte y dedicada a su familia, calificaron quienes la conocieron a María Elena Valderrama Tobón, la madre del gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo Valderrama.
Mara, como la llamaba la gente más cercana, murió el pasado domingo en Medellín, a sus 79 años, víctima de un cáncer que la aquejaba desde hace año y medio.
Las honras fúnebres fueron ayer en la parroquia San Juan Apóstol de El Poblado, en una tarde soleada y con la presencia de familiares, amigos, políticos, empresarios y miembros de la Fuerza Pública.
Andrea Mejía Fajardo, su nieta mayor, la describió como “supremamente fuerte, muy religiosa, muy devota al Opus Dei, fue como la jefa de la familia. Era la persona más elegante y espectacular que he conocido”.
La joven contó que su abuela se casó de 19 años. “Prácticamente fue amor a primera vista de mi abuelo (Raúl Fajardo Moreno). Mi abuelo se murió el 31 de julio de 2012, cuando tenían 57 años de casados. Fue el matrimonio más espectacular del mundo. Cuando él murió, murió una parte de mi abuela”.
El alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria Correa, también se refirió a los padres del gobernador. De Raúl dijo que fue un hombre “ponderado, muy inteligente, con enorme tacto y entusiasmo por grandes empresas”, en tanto que de María Elena confesó que siempre le impresionó “su recio carácter, su fortaleza y su fe. Tenía una presencia muy limpia y transparente en sus palabras, en su mirada”.
Por su parte, Federico Restrepo Posada, exgerente de Autopistas para la Prosperidad y quien trabajó con Sergio Fajardo en la Gobernación y cuando este fue alcalde de Medellín, señaló que la señora Valderrama Tobón era una excelente persona. “Creyente, católica, piadosa, muy dedicada a la familia”.
Para Restrepo Posada, entre los principales ejemplos que dio la madre de Fajardo están la rectitud, el amor por el trabajo, por la sociedad, la decencia; “todo dentro de los principios que ella tenía. Eso se los transmitió a sus hijos (Sergio, Rodrigo, Andrés, María Isabel y Silvia).
La misa se celebró en un templo colmado de asistentes, entre los que se destacó buena parte de los gabinetes del alcalde de Medellín y del gobernador de Antioquia.
Al final, monseñor Elkin Fernando Álvarez, obispo auxiliar de Medellín, quien ofició la eucaristía, dijo que según los testimonios que escuchó, la señora Mara fue “una persona muy buena, representante del espíritu antioqueño y dedicada a las cosas de Dios”.