Con un deceso silencioso, como fue su vida después de la cárcel, terminaron los días de Juan David Ochoa Vásquez.
El fin le llegó de manera natural, de un infarto, y no de los cientos de enemigos adquiridos en sus guerras contra el cartel de Cali, la guerrilla y los gobiernos de Colombia y E.U. Este es el perfil de uno de los capos más conocidos del Cartel de Medellín, elaborado por El Colombiano y Revelaciones del Bajo Mundo.