La Contraloría General de la República, CGR, tras una visita a 29 establecimientos de reclusión, en 12 departamentos, evidenció que se está incumpliendo la fórmula de equilibrio decreciente implementada por la Corte Constitucional en su Sentencia T-388 de 2013, pues continúan siendo mayores los ingresos de reclusos que las salidas de los mismos.
Los resultados de las visitas arrojaron, según la Contraloría, que sólo en Cúcuta y Popayán hubo un descenso en el número de internos. En los demás establecimientos se encontró aumento en los ingresos, que llevan a sobrepoblación entre el 7 % y el 260 %, esto último en Bellavista, Medellín. Adicionalmente, se encontró hacinamiento del 200 % en algunos patios de la cárcel de Bucaramanga.
Además, según el ente de control, se encontró que solo en el 10 % de los establecimientos, la infraestructura permite la separación entre sindicados y condenados. Caso especial ocurrió en los establecimientos visitados en el departamento de Antioquia, donde la separación de los internos se fundamenta en su pertenencia o no a determinado grupo delincuencial, sin importar su situación jurídica.
La Contraloría pudo establecer además, que sólo los penales de menos de 10 años de construcción cuentan con áreas de comedor, lo que lleva a que en los restantes casos se deban consumir alimentos en el piso.
En la estructura 1 del Complejo Metropolitano La Picota, en Bogotá persistía hasta octubre la orden de cierre de la cocina, impartida por la Secretaría de Salud del Distrito, con las implicaciones que ello acarrea en materia de logística, calidad y oportunidad .