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Democracia de Nicaragua “tiene el tamaño de su dictador”: Colombia responde a Ortega

  • Iván Duque y Daniel Ortega, quien calificó a Colombia de “narco-Estado”. FOTOS COLPRENSA Y EFE
    Iván Duque y Daniel Ortega, quien calificó a Colombia de “narco-Estado”. FOTOS COLPRENSA Y EFE
17 de diciembre de 2021
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El Gobierno de Iván Duque respondió este viernes a las fuertes declaraciones que lanzó el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, contra el país al asegurar que Colombia "es un narco-Estado".

Tras el señalamiento del mandatario nicaragüense, el ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en rechazo a las declaraciones de Ortega. Además, explican que a diferencia del país centroamericano, “Colombia sí es un estado de Derecho, que goza de instituciones sólidas”.

Reconocemos los sufrimientos que ha padecido nuestro país por cuenta de la guerrilla, los criminales y el narcotráfico, y es por eso que nuestro gobierno y los anteriores se han concentrado en fortalecer el marco jurídico y las instituciones que salvaguardan los principios democráticos, garantizan los derechos de todos nuestros ciudadanos y, en particular, protegen y promueven los derechos humanos”, se lee en el comunicado.

Ortega mencionó, en un acto de graduación de cadetes de la Policía de Nicaragua, que países como Colombia, quieren darle “lecciones” de derechos humanos a su Gobierno.

“Países como Colombia, donde tienen gobernantes que se atreven a hablar de los derechos humanos, hablan de los derechos humanos, y quieren darnos lecciones a los nicaragüenses en el tema de los derechos humanos", sostuvo el líder sandinista.

Y reiteró: "Colombia es un narco-Estado, sí, es un narco-Estado".

La Cancillería colombiana también expresa en el comunicado la “profunda preocupación” frente a la dictadura de Daniel Ortega, que el pasado 7 de noviembre en medio de una cuestionada jornada electoral, fue reelegido para un quinto mandato como presidente, y cuarto de forma consecutiva.

“La comunidad internacional rechaza con vehemencia la nueva dictadura que se instala en el país centroamericano, generando el repudio de los países vecinos y la preocupación regional por el riesgo de que el pueblo nicaragüense viva el horror del éxodo, el desarraigo, la pérdida de libertades y el brutal empobrecimiento que viven hoy el pueblo venezolano y el pueblo cubano”, dice el comunicado.

El documento agrega además:“la calidad democrática de Nicaragua tiene el tamaño de su dictador y los demócratas del mundo entero seguiremos instando a la comunidad internacional para que aplique a todos los miembros de ese régimen las sanciones económicas y personales que eviten que gane tiempo para seguirse lucrando, destruyendo la riqueza nacional y pisoteando la dignidad humana, como le sucedió a Venezuela”.

Los ataques de Ortega

En su discurso, Ortega contó una anécdota cuando gobernó por primera vez Nicaragua durante los años de 1980, que tuvo con el fallecido expresidente colombiano Belisario Betancur (1982-1986), cuando discutían el proceso de paz en el país.

Ortega aseguró que en ese entonces se había desplomado el precio del café en el mercado internacional, pero en su visita a Colombia, durante esa época, no veía sus efectos en la economía nacional.

Afirmó que preguntó a Betancur cómo hacían para mantener la estabilidad económica, pese a la caída de los precios del café, a lo que el exmandatario colombiano le habría dicho: "Es que en Colombia tenemos una situación que es trágica, que es el narcotráfico, el lavado de dinero, que está allí, y ese dinero circula por todos lados, y de tal manera que la crisis del café no afecta".

"El narcotráfico le inyecta mucho dinero a la economía en algunos países latinoamericanos y caribeños, y ya no se diga en Colombia. Ese es un narco-Estado, donde los crímenes son impresionantes", siguió.

En ese sentido, Ortega contó que en 1999, cuando viajó a San Vicente del Caguán a reunirse con las Farc, donde condecoró al entonces jefe de esa guerrilla, Pedro Antonio Marín, alias "Manuel Marulanda" o "Tirofijo", la seguridad del país desaconsejó cenar a él y a una comisión de paz en un restaurante en Bogotá porque podían ser blancos del narcotráfico y el crimen organizado.

"¿Con qué moral puede hablar Colombia de seguridad y de derechos humanos de Nicaragua, si allí se viven violando constantemente?", insistió.

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