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Una nueva condena sacudió el famoso caso de corrupción del exsenador Liberal Mario Castaño. Esta vez, la sentenciada fue Ruth Piedad Echevarría, una contratista que pagó una millonaria suma de dinero para verse favorecida en un proceso de construcción de un parque público.
Según la investigación, la condenada “hizo parte de una red delincuencial que se apoderó de la contratación pública en, al menos, una decena de municipios en el país”.
En su caso particular, Echevarría se reunió en varias oportunidades con Mario Castaño, con el entonces alcalde del municipio de Armero Guayabal, en Tolima, y con varios lobistas y políticos más que hacían parte del entramado de corrupción conocido como “las marionetas”.
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Según estableció la Fiscalía, dichos encuentros buscaban que la ahora condenada fuera beneficiada con un contrato para elaborar los estudios, diseños y construcción de un parque en Armero Guayabal.
A cambio de ser elegida en esa licitación, la mujer le entregó al exalcalde municipal 140 millones de pesos pese a que no contaba con la capacidad financiera y técnica ni con la experiencia para realizar dicha obra.
En medio de esa negociación Echevarría logró “embolsillarse” un contrato que alcanzó los 1.250 millones de pesos y que pudo generar un enorme detrimento patrimonial para el municipio.
Tras la cantidad de pruebas aportadas, la excontratista aceptó su responsabilidad en los hechos ilícitos y llegó a un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación a cambio de obtener beneficios en su pena.
Así las cosas, el juez del caso sentenció una condena de dos años y cuatro meses de prisión que tendrá que pagar en un establecimiento carcelario.
Pero su pena no será solo privativa de la libertad. La sentencia también ordena que Ruth Piedad Echevarría sea inhabilitada para ejercer cargos públicos por 34 meses y que pague una multa equivalente a 66 salarios mínimos legales vigentes del año 2020.
Comunicadora Social - Periodista de la UdeA. Amo leer historias y me formé para contarlas.