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En un comunicado difundido a la opinión pública este sábado, el defensor del pueblo, Carlos Negret, aseguró que la entidad que dirige fue objeto de actos amenazadores en la ciudad de Buenaventura.
“El día de ayer, viernes 11 de mayo, la Defensoría del Pueblo fue objeto de una amenaza explícita en su sede ubicada en Buenaventura, mediante una bala que fue arrojada al interior de la sede después de finalizada la jornada laboral”, afirmó.
Como explicó Negret, la acción de amedrentamiento se produce una semana después de que una misión humanitaria de la Defensoría fuera interceptada en el río Naya para secuestrar al líder social Iber Angulo Zamora, quien estaba siendo protegido por la misión.
“Ambos hechos, además de constituir una afrenta a la vida de los funcionarios de la Defensoría del Pueblo, son graves e inadmisibles infracciones al Derecho Internacional Humanitario, que deben ser rechazadas enérgicamente por todas las autoridades estatales, la comunidad internacional y la sociedad en general”, agregó.
La entidad hizo un llamado para que las autoridades adelanten todas las acciones que le correspondan “para el esclarecimiento de estos hechos, así como para la prevención de futuras agresiones e intimidaciones contra la institución nacional de derechos humanos de Colombia. Ninguna acción violenta o amenaza detendrá la misión humanitaria que adelanta la Defensoría del Pueblo”.