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No es frecuente que en el trámite legislativo llegue al Congreso un proyecto de ley que tenga el especial interés de todos los partidos y que tenga su respaldo.
Eso es lo que pasa con el de ley estatutaria para modernizar el Código Electoral, el cual tiene 34 años de vigencia.
Uno de los artífices de la reforma que empezó a andar, además con mensaje de urgencia, es el registrador nacional, Alexander Vega, quien desde diciembre se fijó como una de sus metas actualizar este Código
¿Confía en que sí puede ser realidad el nuevo Código Electoral Colombiano, teniendo en cuenta el amplio respaldo político?
“Hay un buen ambiente, porque todos los partidos tienen la necesidad de reformar el proceso electoral, en últimas son las necesidades de cada partido y cada actor se sume al proyecto con el buen propósito a que salga. Obviamente se dará la discusión y el debate de rigor, para lo cual estamos dispuestos a explicar el texto, resolver las dudas, tenemos además el respaldo del Consejo de Estado, del Consejo Nacional Electoral, el proyecto se socializó con los partidos”.
Una situación a favor es que no se hace en año electoral...
“Así es, entonces tendríamos un proyecto que se discute y saldría en este semestre y luego pasará a su revisión en la Corte Constitucional, entonces nadie teme a que se vaya a tomar ventaja con el proceso electoral de nadie”.
¿No se le cruzará entonces una reforma política?
“Yo hice un anuncio que si en el Congreso necesitan que les ayudemos con la reforma política, les ayudamos, no solo en el impulso sino en la estructuración, pero lo primero es sacar la reforma electoral para hablar de la reforma política. El error ha sido siempre unir las dos reformas”.
¿El voto mixto del cual habla se daría sólo en grandes ciudades o en todo el país?
“En 2022 aspiro a que la biometría esté en todas las mesas y que también en ese año los jurados diligencien los votos a través de tabletas (ver Radiografía). El voto mixto calculo implementar el piloto con unas 1.000 mesas de las casi 140.000 que tendremos en 2022. No necesariamente estarán en la grandes capitales, centros urbanos, ciudades intermedias, puestos de votación en Corferias. Habrá unas en la selva para mirar la conectividad del internet”.
¿Para cuándo espera que se emplee el voto anticipado?
“Hoy los colombianos en el exterior votan de manera anticipada, siete días antes. Lo que esperamos es poder hacerlo también en 2022, vamos a ver en qué zonas podemos hacerlo. Lo bueno es que todo esto tiene un principio, que es el de progresividad y lo vamos a ir utilizando con pilotos vinculantes y donde resulte bien se queda”.
¿Cuándo se podría tener en firme el voto por internet?
“No sabemos, lo importante es que quede en la legislación, para que cuando llegue ese momento y se pueda votar de manera digital ya esté en la ley, lo importante es dejarlo, lo que esperamos es que la gente ya no vaya a un puesto de votación, como se hace un trámite de banco”.
¿Con esta reforma se podrá combatir la abstención, el fraude electoral?
“Totalmente, porque la abstención es un tema de apatía y también de accesibilidad, la gente en Colombia solo puede votar de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, si la gente puede votar de distintas maneras, pues va a votar fácilmente y la corrupción o el fraude electoral con las tecnologías será mucho más difícil de hacerse”.
¿Y la seguridad del envío de esa información cuál será?
“Hoy en día todo genera desconfianza y aún así las tecnologías, el Código trae un plan de auditorías por el Consejo Electoral hacia la Registraduría y de los partidos políticos hacia la Registraduría. La Procuraduría también podrá auditar los sistemas. Debemos garantizar la ciberseguridad, en el Código queda establecido que las elecciones son temas de seguridad nacional, la ciberseguridad estará a cargo del Registraduría y del Gobierno Nacional a través de los organismos de defensa del Estado. La desconfianza se quita conociendo el proceso, pero haciendo posible el auditaje”.
¿Cómo cambiará el proceso de selección de los jurados?
“Hemos identificado que uno de los grandes problemas que tiene el sistema electoral es el tema de los jurados de mesa. Hoy los jurados son empleados de empresas que hemos encontrado, por ejemplo, que tiene 10 empleados pero inscriben 100 como jurados de votación, los otros 90 salen de campañas políticas que llegan a ver cómo hacen algún fraude en la mesa; también hay funcionarios de alcaldías, que gozan de la amistad del alcalde del momento y quieren poner a otro de la misma línea, pero lo más delicado, es que la norma del 86 nos dice que debemos tener carácter partidista para ser jurado de votación, cuando es un deber cívico, en ese orden de ideas estamos quitando a los empleados, a los funcionarios, ya los partidos no van a presentar los jurados, presentarán los testigos. Los jurados vendrán del censo electoral, cualquier persona puede ser jurado. Vamos a ubicar al jurado en el mismo lugar que vote”.
¿Cómo ve a la oposición frente al trámite del proyecto?
“Hasta ahora he visto buen recibimiento del proyecto, toca esperar la discusión del mismo en el Congreso, pueden haber buenas iniciativas, otras que vetarán algunos artículos, pero el consenso en general es a favor de la reforma, porque todos la necesitan, cuando hablamos de oposición no todas las minorías lo son. Yo hablé con todos. Los partidos de oposición pedían cuatro cosas: auditoría software de la Registraduría, está; que el software de escrutinio general fuera de la Registraduría, está; pedían que las coaliciones para las corporaciones públicas por parte de las minorías existiera, quedó; también pedían los observadores internacionales, y eso está. Es un código en el que también se tomó en cuenta a la oposición”.
¿Mejorar la participación política de la mujer no es una norma más de la reforma política?
“Es el único componente político que tiene la reforma electoral. Es una iniciativa no de la Registraduría sino del Consejo Nacional Electoral, en especial de la magistrada Doris Méndez, abanderada de esos buenos procesos de la participación de la mujer en política. La tesis es que nosotros como Estado estamos en varios pactos de protección a la mujer y la participación política tendría que aumentarse gradualmente”.