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En la U también se enseña a emprender

En sus campus surgen ideas que solucionan problemas reales de la industria y de la sociedad.

  • Sara Catalina Sierra, egresada y estudiante de Gestión del Diseño de la Institución Universitaria Pascual Bravo, es una de las creadoras del proyecto de fibra de piña. FOTO Cortesía
    Sara Catalina Sierra, egresada y estudiante de Gestión del Diseño de la Institución Universitaria Pascual Bravo, es una de las creadoras del proyecto de fibra de piña. FOTO Cortesía

Aunque en la consolidación del ecosistema del emprendimiento el papel de las instituciones de educación superior aún es tímido en Colombia, en aspectos como la sensibilización hacia la necesidad de emprender hay un gran avance que puede medirse en que la mayoría de las universidades del país han adoptado y mantenido programas que buscan fomentar la creación de empresas.

Para 2017, la Encuesta Global de Emprendimiento de Monitor (GEM) mostró que en el país las condiciones de este ecosistema aún son débiles, sobre todo en aspectos como financiación y políticas de gobierno que lo impulsen. Sin embargo, la educación salió relativamente bien librada gracias a que, poco a poco, la cultura se ha ido afianzando. En Antioquia, las universidades han consolidado unidades de emprendimiento que no solo han dado frutos en cuanto a la formación de emprendedores sino en la creación de diferentes tipos de empresas, en los ámbitos social y productivo, y el impulso de spin off, destacadas por su alto componente tecnológico, producto de la investigación universitaria. De no ser así, serían inexistentes los cientos de empresas que hoy funcionan en el mercado y que han recibido apoyo de la academia.

Es el caso de la Fundación Fútbol para el Futuro, un emprendimiento que ya ajusta seis años y que ha recibido apoyo constante de la universidad para consolidar el negocio. Su director ejecutivo, Carlos Hernández, explica que los casos de éxito que salen de las unidades de emprendimiento universitarias tienen ventajas en la medida en que el acompañamiento es constante: «La formación para el emprendimiento, que está incluso en varios cursos de los pénsum, es una de ellas (...) Otra ventaja es que la academia está en constante comunicación con expertos, que pueden apoyar el desarrollo del negocio».

Centros de emprendimiento

La Institución Universitaria Pascual Bravo, que fundó su unidad de emprendimiento hace ocho años, centra sus esfuerzos en la sensibilización, formación y preincubación de empresas. «Apoyamos a los emprendedores en la formulación de modelos de negocios o de planes de negocios, producto de sus actividades académicas o empresariales, y los conectamos con el ecosistema del emprendimiento de la ciudad», destaca la vicerrectora de Investigación y Extensión de la Institución, Carmen Úsuga.

Su trabajo ha logrado formar 3.000 estudiantes y egresados interesados en el emprendimiento, asesorar a 280 para construir y presentar sus ideas de negocios en convocatorias externas y articular a 100 de ellos en redes formales empresariales locales y nacionales. Se proponen, además, formalizar emprendimientos tipo spin off en los próximos años, con un proyecto de investigación aplicada para la sociedad y uno de innovación, transferencia y venta de servicios institucionales.

Así mismo, la Universidad Eafit ha logrado que la Dirección de Innovación atienda unas 400 personas al año para recibir lineamientos en la estructuración y validación de modelos de negocios, conformación de equipos de trabajo y articulación con el ecosistema de emprendimiento. Sus pilares se centran en “tener la capacidad de generar ideas, llevarlas a cabo y lograr su sostenibilidad mediante la innovación, alineados con las tendencias y necesidades del cliente», explica Lady Janeth Giraldo Ortiz, coordinadora del Programa de Acompañamiento a Nuevos Empresarios, de la universidad.

Entre las actividades que se realizan para fortalecer la cultura se destacan talleres, eventos de networking, conexión con una red de mentores nacionales e internacionales y apoyo de empresarios y expertos de empresas, por medio del programa Grupo de Saberes de Vida.

Dependiendo del propósito institucional, las actividades de los centros de emprendimiento pueden variar, pero los propósitos son, en esencia, similares: sensibilizar, acompañar y promover hacia el mercado.

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