Salir del trabajo, llegar a casa, comer y sentarse por lo menos dos horas al frente del computador para leer información, ver videos y recibir acompañamiento de un tutor es la alternativa que muchas personas han elegido para aprender y certificarse. Una modalidad educativa en auge, que traspasó las fronteras de los estudios formales para fortalecerse en otro tipo de capacitaciones, cursos y talleres que abordan desde conocimientos técnicos y normativos hasta las llamadas habilidades blandas, cada vez más demandadas por las empresas y los profesionales.
En Colombia, según datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, el 44 % de las personas usan el internet para capacitarse. De acuerdo con Duber Alexis Castrillón Quiroz, rector del Politécnico de Colombia, este crecimiento se explica por las dificultades que suelen tener las empresas y los empleados para organizar su tiempo y formarse: “A través de la virtualidad se establece una metodología asincrónica, para estudiar en el tiempo disponible y no obstaculizar la productividad ni los horarios laborales de las organizaciones. De esta manera, se cumplen objetivos de aprendizaje y certificación para los trabajadores”.
Solo esta institución ofrece más de 100 diplomados y semanalmente tiene inscritos cerca de cuatro mil estudiantes. Cifras que evidencian el auge en la demanda que se está dando, sin sumar la oferta de las demás instituciones de formación técnica y educación informal de la región, así como la de las universidades que de alguna manera se han integrado a esta propuesta.
En muchos casos se trata de cursos gratuitos y si la persona desea certificar esta formación paga un monto determinado al finalizar los estudios. En el Politécnico de Colombia el diplomado de Salud y Seguridad en el Trabajo es el más demandado por la normatividad para las empresas, seguido de otros relacionados con temas de talento humano, nómina, proyectos, contabilidad básica y derecho laboral.