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“El método de Quintero ha sido extraordinariamente dañino”: De la Calle
Humberto de la Calle hizo un llamado al diálogo en la Coalición Centro Esperanza; dijo que será un guardián del Acuerdo de Paz en el Senado; y cuestionó a Daniel Quintero.
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Humberto de la Calle aseguró que no considera renunciar a su candidatura al Senado por la Coalición Centro Esperanza, pero aclaró que no aceptará fracturas internas. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
26 de enero de 2022
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Tras lograr un acuerdo que puso fin a 58 años de conflicto entre el Estado colombiano y las Farc, Humberto de la Calle –hoy candidato al Senado– ahora tendrá que usar sus habilidades como negociador de paz para resolver la pelea pública que se desató entre los precandidatos presidenciales de la Coalición Centro Esperanza.
En diálogo con EL COLOMBIANO, De la Calle planteó que su candidatura al Senado no está en riesgo, pero pidió no darle espacio a las fisuras en su convergencia; aseguró que en Medellín hay un retroceso en el manejo de las instituciones y expuso que si llega a ser elegido senador a sus 75 años, será un guardián de la implementación del Acuerdo de Paz con las extintas Farc.
Hay una lectura de una marcada división en la coalición. ¿Cuál ha sido su papel ahí?
“He tratado de hacer ver que una fisura en la cúpula de los presidenciables puede terminar afectando el proyecto de la lista al Senado de la coalición. Esta lista no es un proyecto personal, quiero que haya una bancada robusta que esté articulada para gobernar o hacer oposición. No seré un llanero solitario en el Senado, este es un proyecto conjunto”.
¿Eso quiere decir que está en riesgo su candidatura?
“No. Se ha dicho que he amenazado con renunciar a mi aspiración, pero no es así. Mi llamado es al diálogo porque la gran responsabilidad es impedir que esto se fraccione. Hay una disposición de diálogo que permite limar los temas y veo vigorosa la coalición”.
¿Cuáles son las principales banderas de su campaña?
“Me enfocaré en la defensa del Estado de derecho y uno de los papeles que se puede jugar desde el Senado es evitar el descarrilamiento del país. Estaré ajeno a todo tipo de populismo y caudillismo como ocurre con el uribismo y el petrismo. En materia social me enfocaré en temas de seguridad, economía del cuidado, para reconocer el trabajo de las mujeres en los hogares, y el cambio climático”.
¿Cómo será ese enfoque en materia de seguridad?
“Hay ausencia de normatividad en seguridad que recoja esa colcha de retazos que tenemos en política criminal. Trabajaré sobre la base de una reforma a la Policía sin odios, que entienda las necesidades de los miembros de la Fuerza Pública. Debe haber respeto hacia la población civil y también respeto hacia la Policía”.
Usted fue negociador de Paz con las Farc. ¿Planea ser escudero de los acuerdos?
“Sin duda alguna. Yo voy a ser un guardián de la implementación de los acuerdos de paz. Yo no caigo en el sectarismo y le reconozco al presidente Iván Duque que ha cumplido en términos de implementación con dificultades, con demoras y problemas fiscales. De la misma manera critico ausencias protuberantes; en materia de reforma rural integral, lo que se ha hecho es prácticamente nulo y es un tema estratégico, también está pendiente la reforma política no hay una coma de desarrollo en esa materia”.
Sus opositores le critican que se lance al Senado a los 75 años. ¿Qué les dice?
“El cuento de la edad por sí mismo no es definitorio. Se sorprenden porque un tipo de 75 años con experiencia, que pasó por la Constituyente, que trabajó en el proceso de paz, quiere ir al Senado. Lo lógico sería que yo estuviera dedicado a jugar golf y a tomar licor al lado de una piscina, por lo contrario estoy dispuesto a hacerle frente a una situación crítica como la del país. Por ejemplo, Iván Duque se convirtió en uno de los mandatarios más jóvenes y Colombia hoy es un desastre”.
También se le encasilla como uno de los más santistas de la coalición. ¿Eso es cierto?
“No soy cuota política de nadie. Primero me decían que era de la línea de César Gaviria y ahora de la de Juan Manuel Santos, pero he demostrado que tengo capacidad de decisión y personalidad. A estas alturas tengo suficiente independencia para decir lo que pienso con toda libertad”.
¿No le incomoda estar en una lista al Senado junto a otros candidatos abiertamente petristas como Inti Asprilla?
“No. Reconozco que es algo inusual, pero todo en esta coalición es inédito. La sola capacidad de conjugar a seis grupos políticos para producir una línea con diferencias, pero con un propósito común, es inédito. Lo mismo pasa en nuestra lista al Senado, es multifacética. En efecto hay distintas opciones, pero las diferencias se manejan de forma razonable y con respeto”.
Se le ha visto haciendo recorridos con Alejandro Gaviria. ¿Él es su candidato?
“Los estoy apoyando a todos, no tengo una preferencia por ninguno. Mi candidato presidencial será el que gane en la consulta del 13 de marzo”.
¿Cuántas curules tienen pensado lograr desde la Coalición Centro Esperanza?
“No suelo hacer esos cálculos electorales. Esa definición del número de curules se lo dejo a los colombianos en las urnas”.
¿Cuál es su lectura sobre la situación política y social de la ciudad de Medellín?
“Cuando fui funcionario público en el departamento de Caldas para mí la administración pública de Medellín era ejemplar porque había una tradición de buen gobierno, pero a mi juicio con Daniel Quintero como alcalde hay un proceso de desinstitucionalización. Esa situación es grave para Medellín, Antioquia y Colombia. Esta ciudad ha sido por años un modelo de administración pública para el país, pero hoy se está deteriorando. El alcalde ha contribuido a una división de la ciudad”.
¿Y qué cuestiona del gobierno de Daniel Quintero?
“Así Quintero tuviese razón en lo que propone, el método que utiliza para gobernar ha sido extraordinariamente dañino. Él está poniendo en jaque las instituciones de gobernanza de la ciudad, que antes fueron ejemplares para el país”.
¿Cuál es su postura sobre el proceso de revocatoria que se adelanta actualmente en Medellín?
“La decisión de revocar o no el mandato de Daniel Quintero la tomarán los habitantes de Medellín. En lo personal creo que ese proceso hay que respetarlo y no se debe entorpecer”
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