<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Ellas siguen abriendo las puertas en los cielos

El primer hito en la Fuerza Aérea fue contar con mujeres piloto. Ahora se desempeñan a todo nivel en la milicia.

  • La subteniente Yeni Stefania Bedoya Carvajal es la única mujer Tirador Escogido de Plataforma que tiene la base aérea de Rionegro, Antioquia. FOTO Cortesía Fuerza Aérea
    La subteniente Yeni Stefania Bedoya Carvajal es la única mujer Tirador Escogido de Plataforma que tiene la base aérea de Rionegro, Antioquia. FOTO Cortesía Fuerza Aérea
  • Ellas siguen abriendo las puertas en los cielos
  • Ellas siguen abriendo las puertas en los cielos
  • Ellas siguen abriendo las puertas en los cielos
09 de mayo de 2020
bookmark

L as mujeres en la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) siguen tomando vuelo y asumiendo cargos que habitualmente desempeñaban hombres. Ya el país conoció cómo una de las máquinas más poderosas que tiene esa institución, el helicóptero UH-60 Black Hawk, es tripulado y comandado por un equipo femenino: piloto, copiloto, aerotécnico y artillero. Si se quiere, “pilota”, “copilota”, aerotécnica y artillera.

Cada año se gradúan más mujeres en las diferentes ramas que ofrece la FAC. Por eso, se volvió común que estén en especialidades diferentes a las de piloto, que es, tal vez, la profesión más añorada y común entre quienes ingresan a la Fuerza Aérea. Actualmente hay más de 1.400 mujeres.

Según el Ministerio de Defensa, en esta fuerza hay 1.093 mujeres con algún tipo de rango, entre las que hay 21 coroneles, 24 tenientes coroneles, 72 mayores, 163 capitanes, 156 tenientes, y 240 subtenientes.

Además, hay 11 técnicos jefes, 13 técnicos subjefes, 17 técnicos primeros, 30 técnicos segundos, 120 técnicos terceros, 85 técnicos cuartos y 151 aerotécnicos. En la especialidad de pilotos hay 47 damas.

Más allá de los datos estadísticos, en cada base hay historias para contar de esas pioneras, las que abrieron camino a un cambio sin retorno en esta Fuerza que tiene a la primera mujer instructora de paracaidismo e integrante del equipo conocido como Águila de Gules, y a la primera mujer maestra de carga de aeronave de transporte, encargada de la seguridad y contenido que se movilizan en los aviones de la FAC (ver perfiles).

En Antioquia, por ejemplo, el Comando Aéreo de Combate, Cacom N°5, con sede en Rionegro, cuenta con una de las pocas mujeres Tepla que hay en el país, incluso es la única con esa especialidad en toda la base.

Tepla significa Tirador Escogido de Plataforma, lo que quiere decir que la subteniente Yeni Stefania Bedoya Carvajal, de 27 años, tiene la capacidad de manipular un fusil Barret calibre .50 instalado en un helicóptero y, en vuelo, acertar un objetivo que puede estar a un kilómetro de distancia.

A esto se le suma su responsabilidad en la base aérea, donde es la comandante del elemento de seguridad y tiene a su cargo ocho suboficiales y 122 soldados.

“Duré un año en la Escuela Militar de Aviación. Al principio es duro, en mi curso fuimos pocos, solo dos mujeres y es complicado adaptarse. Hace falta la familia, extrañaba mi ciudad, la comida; sin embargo, el tiempo pasó y me gradué como subteniente”, recuerda esta opita.

La oficial asegura que fue afortunada porque a pesar de su corta experiencia ya tiene en su hoja de vida varios cursos que oficiales más antiguos que ella aún no han hecho.

“Cuento con cursos de Contraguerrilla, Seguridad y Defensa de Bases, Curso Básico de Señalador de Objetivos Militares en Tierra, Paracaidismo a Baja Altura, Tirador Experto de Superficie y Tirador Escogido de Plataforma”, añade la subteniente Bedoya.

El coronel Jaime Andrés Betancur, comandante del Comando Aéreo de Combate N°5, resalta el profesionalismo de todas las mujeres que tiene en la base. Afirma que no hay dependencia que no cuente con el privilegio de la representación femenina.

“Son compañeras de trabajo, hermanas de armas, pilotos, copilotos y tripulantes de nuestras aeronaves, abogadas, administradoras.... Muchas también esposas y madres. Su importancia para esta unidad estratégica y para nuestra Fuerza Aérea es total”, añade el coronel.

Pasos firmes e históricos

El general (r) Guillermo León León, excomandante de la FAC, recuerda que fue en 1979 cuando se tomó la decisión, “trascendental” en su concepto, de incorporar al primer curso de oficiales de cuerpo administrativo en el que la mayoría eran mujeres.

“Han transcurrido desde ese momento cuarenta años, donde la mujer ha demostrado ser una protagonista relevante para la construcción de una institución moderna, de vanguardia e incluyente”, afirma el oficial en retiro.

Para este excomandante, que estuvo al frente de la Fuerza Aérea entre 2013 y 2015, han sido muchos los paradigmas que las mujeres han cambiado en esa institución.

“De ese primer paso como Oficiales del Cuerpo Administrativo, se avanzó al de Suboficiales del Cuerpo Administrativo y, posteriormente, tal vez lo más retador, integrar el curso de Oficiales regulares con la posibilidad de ser pilotos”.

Es por eso que el general (r) León, afirma, después de muchos años llenos de desafíos por parte de “las damas del aire”, que “pocos hitos quedan por romper pero no tengo duda que en un mediano plazo, tendremos una mujer orgullosa y competente, comandando una unidad y, unos años más allá, liderando los destinos de nuestra Fuerza Aérea Colombiana”.

1.400
mujeres, aproximadamente, hacen parte de la Fuerza Aérea Colombiana.

La piloto más antigua en la fac

Ellas siguen abriendo las puertas en los cielos

Para la teniente coronel Luz Stella Franco Yepes, su aventura en la Fuerza Aérea inició desde el momento que leyó un anuncio en el diario El Tiempo sobre la oportunidad para las mujeres que quisieran ser las primeras pilotos militares. “No lo dudé y me metí en el proceso. Fue un año entero de exámenes, pruebas físicas y entrevistas. Cuando me enteré que pasé la felicidad era total y en enero del 97 ya estaba en la escuela”, recuerda esta oficial. Para ese entonces entraron 34 mujeres de las cuales solo se graduaron 16. “De esas éramos siete pilotos, el resto se graduaron en otras especialidades”, agrega la coronel. Uno de sus principales recuerdos de su carrera está ligado a un avión Cessna 172 en el que voló por primera vez, aunque fue el año 1999 en el que piloteó completamente sola. “Eso fue en febrero, fuimos tres mujeres las primeras en volar solas. Actualmente yo soy la única activa, una de ellas infortunadamente murió en 2006 en un accidente aéreo y la otra ya se retiró”, dice la oficial. Desde entonces la teniente coronel Franco Yepes, natural de Fresno, Tolima, madre de dos hijos y esposa de otro oficial de la Fuerza Aérea, no ha parado de volar. Ya fue piloto de instrucción, inteligencia, combate, transporte y ahora se desempeña en el transporte VIP. “En este momento estoy en un Embraer Legacy 135 BJ que presta servicios VIP. Es un avión de 30 pasajeros, vuelan mucho en él altos mandos, ministros, la Primera Dama, incluso el presidente”, dice. Luz Stella es consciente de que gracias a ella y sus compañeras, la FAC dejó las puertas abiertas a todas las mujeres que desean ser parte de esa institución, “de lo que estoy segura es que las que vienen detrás lo van hacer mucho mejor”, añade.

La primera instructora en paracaidismo

Ellas siguen abriendo las puertas en los cielos

El año pasado, durante la Feria Aeronáutica, los asistentes pudieron disfrutar del show que realiza el equipo de paracaidismo de la Fuerza Aérea conocido como Águila de Gules. Entre sus integrantes estaba la capitán Paola Andrea Bayona. Era su primer salto con el equipo y expresa que es un recuerdo que siempre tendrá. Esta oficial, natural de Tunja, inició su camino en 2010 cuando ingresó a la especialidad de Seguridad y Defensa de Bases, pero su objetivo siempre estuvo marcado en el paracaidismo. “El hecho de ser mujer y de ser de las primeras que nos incorporaron como oficiales a la especialidad fue lo que marcó un poco la diferencia y la ventaja de podernos desempeñar en la parte del paracaidismo”, asegura. Cuenta que en 2015 logró hacer el curso de caída libre y de ahí se le abrió la puerta al equipo Águila de Gules. Pero su camino no paró en ese logro porque en octubre del año pasado empezó el curso de instructora y ahora es la primera mujer con esas facultades en todo el país, incluso, afirma que hasta hace poco dictó un curso con militares de Guatemala. “Eran solo hombres, no hubo ningún problema, todo fluyó bien y todos me prestaron mucha atención”. La idea y deseo de la capitán Bayona es ser piloto tándem (instructor de paracaídas que salta con su alumno pegado a su cuerpo) y después de esto poder entrar a uno de los grupos de comandos especiales de la Fuerza Aérea. “Esto es un reto porque hay que ir avanzando poco a poco y abrir espacios en algo que solo estaba para los hombres, pero no hay nada de raro porque tenemos las mismas capacidades, es muy importante la disciplina y constancia”, agrega.

Primera tripulante de avión de carga

Ellas siguen abriendo las puertas en los cielos

Nathaly Martínez Roncancio entró a los 17 años a la Fuerza Aérea. Corría el año 2014 y esta joven, oriunda de Bogotá, siempre quiso ser militar y su objetivo siempre fue claro: volar. Ahora, con 23 años de edad se convirtió en la primera mujer de la Fuerza Aérea Colombiana en ser tripulante de un avión de carga, sus objetivos fueron cumplidos. “El ser tripulante es un cargo adicional al que es mi especialidad como tal en la FAC que es el de Abastecimientos Aeronáuticos. Pero mi cargo en vuelo, el maestro de carga tres, es el responsable de la carga, de la seguridad de pasajeros y de apoyo en emergencias. También soy un soporte para los demás maestros de carga que tiene la tripulación”, explica Nathaly. En estos momentos hace parte de la tripulación de uno de los aviones más reconocidos y con más años de servicio en la FAC: el Boeing 727 conocido como el Vulcano. “Esta aeronave tiene la capacidad de transportar solo carga, solo pasajeros o realizar misiones de carga y pasajeros. Prácticamente es un avión que se le mide a todo”, dice llena de orgullo. Es verdad que ya cumplió con su sueño de volar, sin embargo dice que no quiere ponerse límites y aspira a que con el tiempo y experiencia acumulada, pueda llegar a un cargo como el de ingeniero de vuelo, “que es la persona que sabe de todo en el avión. Me gustaría tener esa responsabilidad. En el camino se irán dando las cosas”, afirma. A parte de todo, Nathaly adelanta estudios en administración de empresas y luego de esto desea aprender francés e italiano. “Yo siento un orgullo total. La mayoría de mis amigas son civiles y todas son súper emocionadas cuando escuchan algo de la Fuerza Aérea; mis papás ni se diga, me ven muy feliz en lo que hago”.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD