Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

El potencial que tiene Colombia para ser líder a nivel mundial en energías marinas

  • El mar Caribe podría suministrar no solo energía eléctrica, sino agua potable y sistemas de enfriamiento. FOTO: EL COLOMBIANO
    El mar Caribe podría suministrar no solo energía eléctrica, sino agua potable y sistemas de enfriamiento. FOTO: EL COLOMBIANO
18 de junio de 2021
bookmark

Las aguas profundas del mar Caribe podrían ayudar a abastecer la demanda de energía eléctrica en el archipiélago de San Andrés, proveerle agua potable y de paso suministrar lo necesario para el servicio de aire acondicionado.

Esta es apenas una muestra del potencial que tiene Colombia para producir energías marinas. De hecho, podría ser líder en Centroamérica y el Caribe en energía térmica del océano (la misma que haría posible esos tres servicios en el archipiélago), y hoy es el quinto país en el mundo con mayor potencial en energía de gradiente salino.

Sin embargo, para el ciudadano de a pie ambas fuentes son aún desconocidas y el acercamiento del Estado y la industria es todavía tímido, según explica Andrés Fernando Osorio, director del Grupo de Investigación en Oceanografía e Ingeniería Costera (Oceánicos) de la Universidad Nacional sede Medellín y director de la Corporación colomboalemana Centro de Excelencia en Ciencias Marinas –CEMarin–.

Osorio, ingeniero civil y doctor en ciencias y tecnologías marinas, lleva cerca de una década investigando junto a un equipo multidisciplinario el potencial energético marino del país (más allá de la eólica) concluyendo, entre otras cosas, que estas energías no convencionales son claves para solucionar la exclusión histórica de las zonas no interconectadas (ZNI), es decir, aquellas que no cuentan con servicio de energía eléctrica o en el mejor de los casos la tienen por algunas horas cada día, algo que según la Superservicios afecta a 1.697 poblados en el país, sobre todo en el Litoral Pacífico.

¿Y cómo funcionan?

Respecto a la fuente por gradiente térmico, el profesor Osorio explica que “es posible generar energía usando la diferencia de temperatura entre el agua que se bombea a partir de 600 o 700 metros aproximadamente, y que está por debajo de los 5 grados centígrados, y las aguas tibias superficiales. Para que funcione debe haber unos 20ºC de diferencia (los gradientes a veces son superiores a este valor). Esto emplea básicamente un ciclo termodinámico. Pero, además, con la energía y el agua fría se puede desalinizar y proveer agua potable”, explica.

La doctora en ingeniería y recursos hidraúlicos, Jessica Arias Gaviria, realizó una investigación, bajo la dirección del profesor Santiago Arango y orientada también por el profesor Osorio, que calculó que es posible bombear hasta 50 metros cúbicos de agua por segundo sin generar alteraciones ecosistémicas y surtir el 60 % de la electricidad requerida en San Andrés y otras ciudades caribeñas en Jamaica, República Dominicana y Barbados.

Y aunque las oportunidades con esta fuente por diferencia térmica son promisorias, el mayor potencial del país está en la llamada energía azul, generada por la diferencia en la concentración salina entre el agua dulce y salada, como ocurre en la desembocadura de ríos y océanos, que al tratar de equilibrarse desencadenan una reacción electroquímica.

La posición favorable del país en esta fuente, explica el investigador, es posible por la desembocadura de grandes ríos tanto en el Pacífico como en el Caribe, de hecho la energía por gradiente salino podría generar aproximadamente 800 megavatios (MW) de capacidad instalada real, revela Osorio.

A modo de contexto, Hidroituango planea generar 2.400 MW, es decir, la capacidad energética de gradiente salino en la desembocadura del Magdalena representaría una tercera parte de lo que generará dicha hidroeléctrica.

Con aportes de Minciencias está en curso un programa hasta 2024 liderado por Uninorte y la U. Nacional para desarrollar una planta piloto de esta fuente de energía en el río Magdalena, vinculado a otros proyectos para desalinización de agua y estudios de impactos ambientales, en Guajira y San Andrés.

El director de CEMarin apunta que la investigación en Colombia en gradiente salino es pionera en el mundo. No obstante, las grandes inversiones las están haciendo otros países, como Holanda, que destinó US$50 millones para desarrollar esta fuente.

Según cálculos del doctor en ciencias del Mar e integrante del grupo de investigación en Geociencias de Uninorte, Óscar Álvarez, el gradiante salino tiene un potencial energético teórico de 0,5 kilovatios por hora por cada metro cúbico de agua dulce y salada mezcladas. Estas estimaciones apuntan a que dicha fuente podría cubrir en el futuro el 74 % de la demanda de energía eléctrica global.

Es un escenario promisorio para Colombia. Sin embargo, el gran cuello de botella en este caso, conforme expone el profesor Osorio, es que la triada Universidad-Estado-sector privado aún no logra un punto de encuentro.

“Hay que cambiar el paradigma del Estado y las empresas que prefieren importar tecnología y partir de lo que ya está hecho, en lugar hacer desarrollo tecnológico, este es un camino largo pero hoy tenemos una base científica que nos permite hacer apuestas importantes”.

Reconociendo el déficit histórico en el desarrollo del territorio marítimo y costero, fue aprobado hace 14 meses el Conpes “Colombia Potencia Bioceánica Sostenible 2030”, una hoja de ruta con cinco objetivos: gobernanza interinstitucional bioceánica; soberanía, defensa, y seguridad integral marítima; conocimiento, investigación y cultura marítima; ordenamiento y gestión de los espacios marinos, costeros e insulares; y desarrollo de las actividades marítimas y de los municipios costeros.

Entre otros aspectos, el Conpes salda una deuda que dejó la Ley 1715 de 2014, que reguló la integración de energías renovables no convencionales al Sistema Energético Nacional, la cual, en su artículo 23 que habla del aprovechamiento del oleaje, las mareas y el gradiente térmico, excluyó la fuente de energía marina con mayor potencial del país: el gradiente salino. El Conpes reconoce en esta una aliada para fortalecer la matriz energética y hacerla más resiliente frente a eventos de variabilidad climática, como el fenómeno del Niño que encarece y trastorna el servicio de energía eléctrica por la dependencia del país a la generación hidráulica.

La inversión destinada para ejecutar el Conpes asciende a $370.794 millones.

Mirar hacia las zonas lejanas

Óscar Gamboa, director ejecutivo de la Asociación de Municipios Afrocolombianos, advierte que el Estado y el sector privado deben dejar de lado la visión centralista y netamente empresarial respecto a la prestación de servicio de energía eléctrica en regiones apartadas.

“Las soluciones de energía renovable en las zonas interconectadas están tardando mucho, a pesar de que en los mismos territorios están los recursos naturales para hacerlas viables. Entonces, por un lado tenemos un sector que se precia de tener una de las matrices energéticas más limpias del mundo y por otro encuentras, de punta a punta en el Litoral Pacífico, municipios sin una sola hora de electricidad al día. Más de dos millones de colombianos viven sin este servicio, muchos de ellos recurren al diésel, costoso y nocivo. De manera que si hay proyectos con sustento científico que ayuden a llevar energía a estos territorios con bajo impacto, sostenibilidad y a nivel comunitario debe ser priorizado por el Gobierno y apoyado por el sector privado”, sostiene.

Infográfico
105
kw produce la planta de energía por gradiante térmica más grande, en Hawái.
El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD