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Petro no le jalaría al ajúa de las Fuerzas Militares
El presidente electo analiza cómo armar nueva cúpula militar. General Zapateiro podría dar un paso al lado.
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El presidente electo, Gustavo Petro, envió una carta a los militares y policías del país en la que les propone mejorar su calidad de vida. Desde Acore dicen que los quieren endulzar. FOTO Juan A. sánchez
La llegada a la presidencia de Gustavo Petro, y lo que será su relación con las Fuerzas Militares y de Policía después del 7 de agosto (día de su posesión), ha levantado un cúmulo de versiones –y supuestos– sobre qué pasará con el general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército, y, en esa vía, con la cúpula militar.
Todo después del choque que tuvieron en abril el alto mando militar y el político, cuando Petro trinó que mientras los soldados morían enfrentando al Clan del Golfo, muchos generales estaban en su nómina. Acto seguido, Zapateiro recriminó al hoy presidente electo y le dijo que no hiciera política con la muerte de los militares.
Con estos antecedentes, en los corredores militares se escuchó que Zapateiro, el general que institucionalizó en los soldados la palabra de guerra “ajúa”, renunciaría a la comandancia, pero hasta el cierre de esta edición –y después de consultar con fuentes militares– no pasó de ser un rumor.
No obstante, el coronel (r) del Ejército John Marulanda, director de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore), aseveró que el general Zapateiro sí saldría de la institución castrense, junto a otros comandantes regionales.
“El mando actual tiene dos opciones: pasar su baja o irse antes de que él (Petro) se posicione para no pasar por el bochornoso estado de hacerle honores a un exterrorista, o se acoge a su mandato como comandante en jefe supremo de las FF. MM.”, dijo Marulanda.
Contrario a Marulanda, el sargento (r) Alexánder Chala, reconocido por hablar sobre los falsos positivos en la JEP y su apoyo político al presidente electo, señaló que en el caso de Zapateiro “él decidió tomar parte en la contienda política y es muy difícil sostener un comandante en esas circunstancias; incluso, el Presidente Duque debió retirarlo”.
Chala, quien también se lanzó a las pasadas elecciones al Congreso –pero no logró curul–, aseveró que “la actual cúpula decidirá si continúa en actividad o pasa al retiro, y el presidente electo Gustavo Petro también tiene la facultad de si los releva o continúan”.
Los que suenan para llegar
Entre las grandes incógnitas está cuáles militares llegarán a la cúpula militar del gobierno Petro. EL COLOMBIANO conoció un documento en el que se barajan los posibles nombres de los altos mandos que reemplazarán a los actuales comandantes y suenan fuerte en los corrillos de las guarniciones.
Uno de ellos es el actual comandante de la Séptima División del Ejército en Antioquia, el general Juvenal Díaz Mateus, quien estaría acompañado del general Gerardo Melo Barrera, actual director de Operaciones del Comando del Ejército. Ambos generales son de la línea del general (r) Alberto Mejía, hombre de confianza del expresidente Juan Manuel Santos en asuntos de diálogos de paz.
A ellos se sumaría el general en retiro Ricardo Díaz Torres, a quien el mismo Petro alabó en sus redes sociales al señalar que es un “hombre probo y de honor”. El general (r) Díaz manifestó su apoyo al recién elegido presidente en un video que EL COLOMBIANO conoció, y en este indicó que “es el momento propicio para atender y tender puentes y trabajar por Colombia, con los objetivos de un país pujante, democrático, por el bienestar y la superación de la corrupción y el fortalecimiento de la institucionalidad”.
La particularidad con el general (r) Díaz Torres es que Petro lo reactivaría para que ocupara una silla en la cúpula, tal y como pasó en 2011 cuando el entonces presidente Santos ordenó reintegrar al general Jorge Pineda, a quien le ofreció la Dirección de Planeación de la institución. Pero, horas después, Pineda anunció su retiro.
Otro de los nombres que suena muy fuerte en la baraja de Petro es el general (r) Eduardo Herrera, quien asumiría el cargo de negociador con el ELN, en caso de que se concrete la reapertura de una mesa de negociación, algo que planteó el grupo guerrillero al día siguiente de la elección del dirigente del Pacto Histórico.
¿Y las relaciones?
Un camino dual se presentaría en las relaciones entre el muevo presidente de Colombia y las FF. MM. Algunos indican que será difícil para Petro porque muchos de los militares no creen en su gestión por su pasado guerrillero.
Para el coronel (r) Marulanda, “no van a ser las más idílicas y adecuadas; de hecho, gran parte, sino todos los retirados, son antipetristas”. Pero para la orilla del sargento (r) Chala, “las relaciones serán buenas, porque a pesar que en Colombia es la primera vez que tenemos un gobierno de izquierda, las Fuerzas Militares son civilistas”. Y agregó que muchos militares y policías siempre estuvieron de acuerdo con un cambio y le apostaban a Petro, pero el miedo no los dejaba dar ese paso al frente.
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