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Lo primero que recuerda Verónika de su historia con Jonathan Hernández es que este le ofreció una amistad y hasta una oportunidad laboral. Las cosas iban bien hasta que ella lo invitó a su casa para conversar y tomar un par de cervezas. Verónika regresó del baño y no recuerda nada más, solo una sensación de mareo al despertar desnuda sobre su cama y al lado de Jonathan. No entendía cómo había llegado a ese punto con Jonathan, quien ahora está capturado e imputado por los delitos de acceso carnal violento agravado y acoso sexual agravado.
Jonathan era el vocalista de una banda llamada Electric Mistakes, hacía rock alternativo y era conocido en la escena musical bogotana. Cuando conoció a Verónika le pidió que trabajara para su banda como tecladista y ella vio una buena oportunidad laboral. Pero recuerda que Jonathan siempre buscaba más contacto y fue ahí cuando decidió apelar a sentimientos más profundos.
A través de la cuenta “No somos Mistakes”, dedicada a denunciar y compartir testimonios de otras mujeres que fueron víctimas de Jonathan, Verónika cuenta que para ese momento, en 2020, estaba pasando por un momento difícil a nivel emocional, y Jonathan se mostró como un apoyo. Las cosas entre los dos iban bien, ella lo invitó a su casa por unas cervezas, fue al baño y cuando regresó notó que su trago tenía un sabor dulce, pero no prestó mayor atención. Unos minutos después, Verónika quedó inconsciente y solo recuerda esa escena de su cuerpo desnudo al lado del que pensaba su amigo y un sentimiento extraño de haber sido accedida sin su consentimiento.
La reacción de Verónika fue escribirle para preguntarle qué era lo que había pasado esa noche, pero Jonathan respondió que estaba muy feliz de que ella hubiera iniciado el contacto, pero Verónika no pudo recordar nada más allá del último trago.
Todavía con desconfianza, Verónika invitó a Jonathan de nuevo a su casa para que le explicara frente a frente qué había pasado y él insistía en que se tomaran una copa de algún licor para poder hablar. Así que Verónika tomó una copa de vino y volvió a quedar inconsciente esta vez no por tanto tiempo. Ella despertó a mitad de la noche y vio cómo Jonathan accedía a ella nuevamente sin consentimiento. Volvió a caer dormida y amaneció con la misma sensación: desorientada, mareada y sin recuerdos.
Esas sensaciones no solo las sintió Verónika sino otras mujeres que accedían a ser amigas de Jonathan o de participar en su proyecto musical.
De acuerdo con la Policía Judicial, las víctimas aseguraban haber experimentado “sensaciones de mareo, malestar o lagunas” después de haber ingerido bebidas compartidas por el cantante. Así mismo, algunas señalaron haber despertado desubicadas y mareadas en la casa de Hernández y no recordar cómo llegaron allí.
Una investigación de Manifiesta señala que el hombre utilizaba clonazepam, una benzodiacepina, conocida como rivotril con la que se trata convulsiones y dos trastornos que el agresor dice tener: ansiedad y depresión, de ahí que también en las redes sociales en las que se acercaba a sus presuntas víctimas se hiciese llamar “Juanozepam”.
El señalado abusador fue capturado por la Sijín de la Policía en La Calera, Cundinamarca. El hombre ya fue presentado ante un juez de control de garantías en Bogotá y le fueron imputados los delitos de acceso carnal o acto sexual con persona puesta en incapacidad de resistir y acoso sexual, ambas conductas agravadas.
El fiscal que lleva el caso dio a conocer que el presunto abusador tiene cinco denuncias en su contra y están verificando otras cinco para determinar si guardan relación con el procesado. De acuerdo con la investigación de Manifiesta serían cerca de 26 las mujeres que habrían sido víctimas de Hernández.
Tras haber acudido a la Fiscalía, las mujeres iniciaron un escrache, o denuncia pública contra el presunto abusador. Este tipo de acciones son protegidas por la Corte Constitucional en sentencias como la T-275 de 2021.
Entre tanto, el procesado no aceptó los cargos. El lunes se llevará a cabo la audiencia de medida de aseguramiento en la que se definirá si el hombre continúa o no su proceso desde prisión.