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Lezcano, la familia a la que la JEP le devolvió a su ser querido

La Jurisdicción Especial para la Paz encontró ayer tres cuerpos en una fosa en Dabeiba.

  • En un acto al que asistió la población de Dabeiba, la JEP entregó el primer cuerpo exhumado en el campo santo de esa localidad. FOTO juan antonio sánchez
    En un acto al que asistió la población de Dabeiba, la JEP entregó el primer cuerpo exhumado en el campo santo de esa localidad. FOTO juan antonio sánchez
Lezcano, la familia a la que la JEP le devolvió a su ser querido
18 de febrero de 2020
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El sentimiento de la familia Lezcano Hurtado en la mañana de ayer era indescriptible. La entrega de los restos mortales de su hijo, hermano, excompañero y padre por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) era, por un lado, poner punto final a una espera de 18 años.

Ya no lo buscarían más ni lo esperarían en noches aciagas a que diera alguna explicación sobre su prolongada ausencia. Por otro lado, podrían darle cristiana sepultura y tener una tumba donde llorarlo. Así lo relató su primo y concejal de Dabeiba, Milton Lezcano.

Su nombre quedó limpio públicamente y la bandera a media asta en Dabeiba recordará por tres días las atrocidades del conflicto armado en ese municipio del Occidente antioqueño, que cobró la vida de inocentes en el afán de mostrar unos resultados inexistentes en una guerra donde los únicos que perdían eran los colombianos.

“Queremos honrar la memoria de Edison por haber sido una persona dedicada a su familia y comprometido con su país desde su trabajo como agricultor”, dijo el alcalde de Dabeiba, Leyton Urrego.

El labriego fue sacado de su casa por militares un día de 2002 y no se volvió a saber de él. Cuando se lo llevaron tenía 23 años y era padre de tres pequeños: Daniel Alexander, Argenis y Alexandra.

El padre de Edison, Gustavo de Jesús Lezcano, denunció los hechos en la Fiscalía pero, dice él, esta institución nunca investigó pese a tener acceso a testimonios que podían corroborar la versión de la familia. “El mismo año archivaron el expediente, sumiendo este caso en la total impunidad”, explicó el magistrado de la JEP, Alejandro Ramelli.

Don Gustavo al ver que nadie investigaba, fue a Medicina Legal y dejó una muestra de su sangre por si alguna vez su hijo era encontrado vivo o muerto, pudieran dar con él.

La exhumación

En diciembre pasado, la JEP llegó al cementerio de Dabeiba guiada por el testimonio de un grupo de militares retirados que confesaron haber asesinado a campesinos para reportarlos como guerrilleros muertos en combate y, de esta manera, inflar la cifra de bajas y ganar beneficios.

“El aporte de un exmilitar activa a la Jurisdicción para buscar en el marco del Caso 003 (ejecuciones extrajudiciales) la verdad sobre lo que ocurrió en Dabeiba, luego otros militares comparecientes en este caso declararon, lo que permitió realizar las exhumaciones”, detalló Ramelli. Los testimonios, según el togado, indican que los “falsos positivos” ocurrieron en este municipio desde 1997.

En esas fosas del cementerio encontraron 17 restos que pertenecen al menos a 13 personas, de las cuales tres presentan impactos de bala de uso privativo de las Fuerzas Militares, “evidencias que sumadas a los testimonios nos llevarían a concluir que fueron ejecuciones extrajudiciales”, anotó el magistrado.

Entre ellos estaba Edison Lexander, quién este jueves volverá a ser enterrado en el cementerio en el que estuvo por casi dos décadas, pero esta vez la tumba sí llevará su nombre.

Sacando muertos de la tierra

Mientras en el parque principal hacían honores a Edison, a cuatro cuadras, en el cementerio Nuestra Señora de las Mercedes, la JEP iniciaba labores para exhumar otros cuerpos de víctimas que posiblemente corrieron con la misma suerte.

En la diligencia de ayer encontraron tres cadáveres sobre los cuales se hizo un trabajo de filigrana: recuperar hueso por hueso sin hacer daño para no alterar la escena y no perder evidencia, palpando con las manos la tierra y poniéndola en coladores de madera para recuperar hasta el pedazo más mínimo.

Por ahora no se sabe los cuerpos recuperados a quién pertenecen, y la JEP espera que cuando se hagan los cruces genéticos puedan ser entregados a sus familias, para que como los Lezcano Hurtado puedan descansar después de tantos años de ausencia.

EL COLOMBIANO conoció que en las próximas semanas la JEP realizará otras inspecciones judiciales de este tipo en los cementerios de Samaná (Caldas) y en Puerto Berrío (Antioquia).

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