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Colombia está en alerta máxima por la ola invernal y desde el lunes el Gobierno convocó a un Puesto de Mando Unificado (PMU) por la temporada de lluvias y los coletazos de esta: cierres en las vías, deslizamientos y la muerte de 250 personas en lo que va de 2022.
Desde ese día el ministro del Interior, Alfonso Prada, anunció que el mismo presidente Gustavo Petro atendería el PMU sobre la emergencia por las lluvias. Esa cita aún está pendiente en la agenda del mandatario, pero está en la primera línea de prioridades del Gobierno para diciembre.
Tanto es así, que ya comenzaron las ollas comunitarias que había prometido el mandatario para hacer frente una crisis de hambre que se agudizó por los estragos de la lluvia en las zonas más pobres de Colombia.
En Cartagena, por ejemplo, ya se están preparando olladas en los barrios para darle alimentos a cuantas personas puedan comer de una preparación hecha por líderes barriales. Ese proyecto solo para la capital de Bolívar tiene una inversión de $1.200 millones para comprar mercados sin necesidad de mostrar facturas y se replicará en el resto de regiones del país.
La falta de comida es una de las consecuencias de una emergencia nacional en la que las víctimas de esta temporada se cuentan por miles.
El más reciente balance de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) entregado a EL COLOMBIANO dio cuenta de 294 heridos, 49 desaparecidos y 548.795 personas afectadas. Esas estadísticas incluyen tragedias como el deslizamiento en Risaralda del anterior fin de semana que dejó 34 personas fallecidas. Incluso, ese departamento está en la lista de zonas de país en las que más se esperan lluvias para esta semana.
Navidad con aguaceros
En todos los departamentos del país está lloviendo, pero durante esta semana hay ocho que han llamado la atención de las autoridades. Chocó, Risaralda, Valle, Cauca y Nariño son los que presentan más precipitaciones y otros cuatro en los que se prenden alarmas son Huila, Tolima, Quindío y el Meta, sobre todo en la región del piedemonte llanero.
Esa predicción de las precipitaciones se basa en el modelo del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) que aplica el Ungrd y los climas en esta parte de Latinoamérica son tan variables que los cálculos de actualizan con una proyección para cada tres días.
Colombia está ubicado en la línea del ecuador, lo que hace que el territorio no tenga estaciones como el invierno o el verano que si se registra periódicamente en zonas como Estados Unidos o Canadá. Si bien el clima no es estacional, las lluvias pueden ser pan de cada día.
Ese balance de los sectores que más esperan lluvias para esta semana es diferente al que analiza la totalidad de las emergencias por lluvias, en el que Antioquia y Cundinamarca son los que más registran eventos derivados de la ola invernal, entre deslizamientos y cierres de vías que paralizan a los municipios. Esos eventos muestran un coletazo más de la temporada húmeda.
Las lluvias están afectando los precios de los alimentos. Productos como la arracacha, la cebolla, el plátano, el café y los tubérculos en general han tenido alzas que van del 50% al 100% según quedó constatado en el reporte de la inflación entregado por el Dane para el mes de noviembre, porque los constantes aguaceros están afectando los cultivos y el transporte de los insumos que salen del campo para las ciudades.
En términos de infraestructura, se cuentan 5.950 viviendas destruidas, 86.447 de casas averiadas y 2.498 vías perjudicadas por las lluvias en todo Colombia.
El Ideam prevé que la temporada se mantendrá durante diciembre, al comienzo de 2023 y hasta lo primeros días de marzo. Para ese mes se proyecta el fin del fenómeno de La Niña, el evento meteorológico que ha ocasionado las incesantes precipitaciones de este 2021 y de lo que ha ido en este 2022.
Pero no está claro si los colombianos podrán guardar el paraguas para entonces, porque existe el temor de que la despedida de La Niña coincida con la primera temporada de lluvias de 2023 .