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Luego de que el presidente Juan Manuel Santos ratificara que el expresidente de Uruguay Pepe Mujica irá a La Habana, para ofrecer sus buenos oficios en la mesa de negociación, varios analistas explican cuál podría ser el papel de este político.
Según Ricardo Abello, doctor en derecho internacional, “el expresidente Mujica es una persona que está más allá del bien y de mal y puede cumplir un excelente papel en La Habana, ya que la vida que ha llevado y el desempeño que tuvo como Presidente ha hecho que se gane el respeto de la comunidad internacional en general, por lo que creo goza de una respetabilidad por ambas partes”.
Por su parte, el senador Iván Cepeda, aseguró “sin lugar a dudas es una presencia benéfica para el proceso de paz, el expresidente Mujica tiene ya una imagen internacional de contribuir a los diálogos, y ha tenido una posición favorable, ya que ha considerado que la paz de Colombia es vital para el continente y los países latinoamericanos”.
Para Cristian Rojas, profesor de Ciencias Políticas y analista político, la presencia de Mujica será simbólica, porque el expresidente abandonó la presidencia de Uruguay con una carga de emotividad y en el imaginario permanece como todo un referente de la izquierda.
“Decir que es simbólico, no significa que no sea importante, realmente tienen una relevancia, y ahora que ha vivido el proceso un momento crítico por la masacre en el Cauca, la visita de Mujica puede ser un nuevo aire y recomponer un poco la confianza, ya que es un referente para la opinión pública”.
Frente a la visita de Mujica a La Habana, el analista político Felipe Cárdenas agregó “el papel de José Alberto Mujica es importante en el sentido de que es un pragmático, que viene de la tierra militante, que compartió con la guerrilla de las Farc, de cierta manera ese tiro revolucionario que se extendió por América Latina en los años sesenta, pero lógicamente se incorporó a la vida democrática demostrándole a la izquierda revolucionaria que las posibilidades de acceso al poder por la vía democrática eran posible y eso es lo que va venir a enseñar como una figura simbólica para el proceso”.
Para el analista político Giovanny Reyes, la visita del expresidente Mujica va ser muy importante, ya que él tiene la característica de ser una gran autoridad moral, además quería colaborar con el proceso de paz, por lo que en general su rol de manera explícita o implícita van a ser fundamentales para el fin del conflicto.
Por su parte, la politóloga e internacionalista, Silvia Forero, destacó que el papel de Mujica en La Habana es de suma importancia, ya que es una figura simbólica en el escenario latinoamericano e internacional, en la medida de que el fue un líder del Movimiento de Liberación Nacional de la guerrilla de Uruguay y ha estado en los dos bandos de un conflicto armado.
“Mujica fue capaz de dejar las armas y someterse a un proceso de reintegración y de reinserción a la vida civil, por lo que en su visita a La Habana, podría dar una visión más amplía del conflicto, narrar sus experiencias y dar sus percepciones desde el ámbito personal y político, y así forjar ciertos lazos de confianza entre el Gobierno y las Farc”, puntualizó Forero.
Militancia y vida civil
Si bien Mujica fue presidente de la República Oriental del Uruguay entre 2010 y 2015, también tuvo un pasado guerrillero en los años sesenta, cuando se integró al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, con el que participó en varios operativos guerrilleros, hasta que fue detenido y se refugió en la clandestinidad durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco.
Para Abello, más allá de que Mujica haya sido guerrillero y de que con su visita logre una conexión con los voceros de las Farc, el expresidente va a demostrar que las armas no son el camino para ejercer la política, ni para querer tomarse el poder.
“Creo que Mujica es un gran ejemplo de vida, de como el uso de la fuerza no es el camino adecuado hoy en día, y nunca lo ha sido y que dejando las armas se puede obtener la paz”, señaló Abello.
Por su parte, el senador Cepeda aseguró: “el expresidente Mujica tiene una experiencia muy valiosa en lo que ha sido su historia personal y política, es un hombre que estuvo en la insurgencia armada e hizo el tránsito a la vida política y civil, e hizo una presidencia exitosa, por lo que creo esas mismas vivencias le van aportar a la mesa de negociación”.
Según Rojas, el hecho de que Mujica hubiese sido guerrillero le va permitir tener una mejor conexión con los voceros de las Farc. “Ellos lo ven con cierta simpatía, por lo que representó en su momento y por el paso que dio de la lucha armada a la vida civil”.
Por último Forero, recalcó “Pese a que José Mujica fue guerrillero, no creo que vaya a tomar un bando, porque el haber sido presidente de Uruguay le da una visión más clara de cómo debe manejarse el Estado y lo que sí puede llegar a ser es alentar un escenario pacífico entre el Gobierno Nacional y las Farc, sin embargo, puede tener opiniones precisas frente a el proceso que él vivió de reintegración a la sociedad”.