“Malalay”, como fue conocido en el frente 36 de las Farc, tomó la decisión de desmovilizarse el pasado 4 de agosto al no estar de acuerdo con una sanción por parte de sus superiores por no ejecutar bien una orden que lo obligaba a perpetrar un atentado programado para el 14 de julio en Puerto Valdivia, Antioquia.
Sobre sus más de cinco años en el grupo subversivo, en el que se desempeñó como integrante activo de las redes de apoyo urbanas, o miliciano como popularmente se conoce, alias “Malalay” prefiere no recordar actos violentos contra la población civil o la Fuerza Pública, pero sí afirma que fueron numerosos los hechos en los que participó y que dejaron secuelas en varios municipios del Norte y Bajo Cauca de Antioquia.
“Yo no ejecuté bien el operativo y el 16 de julio los comandantes tomaron la decisión de sancionarme quitándome mi armamento, que era una pistola y una granada. A partir de ahí comencé a analizar y a darme cuenta que la ideología de la que ellos le hablaban a uno allí no era tan real, por eso comencé a buscar la manera de desmovilizarme y lo hice el 4 de agosto ante las tropas del Ejército en Yarumal”.
Alias “Malalay” ya se encuentra en proceso de reintegración a la sociedad civil, junto con otros 50 desmovilizados de las Farc. Desde el lugar donde se encuentra sigue atentamente lo que está pasando con los diálogos en La Habana y asegura que no se arrepiente de su decisión de entregarse a las autoridades antes de que se llegue a un acuerdo definitivo entre gobierno y Farc. “Tomé la decisión de desmovilizarme para poder arreglar mi problema judicial, para borrar todo mi pasado, porque eso es lo que uno como guerrillero debe de hacer, no esperar lo que pueda pasar en La Habana, la mayoría de subversivos que conocí no tenían confianza en los diálogos”.
Disminución
Aunque casos como los de alias “Malalay” se siguen presentando en el país, las autoridades reconocen que las entregas de guerrilleros de las Farc registran una disminución considerable. Al parecer los subversivos están a la expectativa de lo que pueda ocurrir con los diálogos en La Habana, a propósito de los anuncios sobre justicia y un cese al fuego bilateral definitivo.
El capitán (r) Ronald Romero, quien se desempeña como asesor del Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado, agrega que históricamente una de las principales razones de la mayoría de personas que decidieron entregarse, es la de los malos tratos al interior de los grupos guerrilleros, como también la presión militar.
Sin embargo, cuando se comenzó a notar un avance significativo en la mesa de negociaciones en Cuba, el trato al guerrillero en el seno de los frentes de las Farc mejoró, como la ofensiva de las autoridades contra ellos disminuyó. Por eso las principales razones por las que se presentaban las desmovilizaciones ya no existen.
“Desde el año 2012 se había mantenido un promedio mensual de 120 desmovilizaciones, y continuó aún con el inició del proceso de paz. Sin embargo desde el mes de noviembre de 2014, cuando ya se empieza hablar seriamente sobre un acuerdo definitivo, ese promedio disminuyó a 90”, afirma Romero.
El pasado 30 de septiembre se dio el último balance sobre desmovilizaciones en el país. Las cifras muestran que desde el año 2002, en Colombia se entregaron 29.191 integrantes de diferentes grupos ilegales. Esos números también confirman la disminución en las deserciones durante los últimos meses en muchos departamentos donde se concentran la mayoría de frentes de las Farc. En Antioquia, se registraron años en los que se presentaron hasta 428 desmovilizaciones, sin embargo en los últimos periodos las cifras no pasan de 190 casos y en este 2015 solo 68 guerrilleros se han entregado a las autoridades, lo que significa una disminución un poco mayor al 50 por ciento.
“Se siguen presentando personas que han decidido voluntariamente abandonar estos grupos y recibir las ventajas que brinda el gobierno, porque este programa ofrece de una manera inmediata los beneficios jurídicos para estar en libertad y las ayudas económicas para poder reintegrarse a la sociedad”, dice Romero.
Continúan las campañas
A pesar de la disminución, las campañas de desmovilización lideradas por el Ministerio de Defensa y sus grupos de asesores de las diferentes divisiones del país continúan su labor. En Antioquia por ejemplo, el grupo asesor del comandante de la Séptima División no baja el ritmo con el llamado a los guerrilleros que continúan en las filas.
Los esfuerzos de las autoridades en el departamento se centran en el Norte, Bajo Cauca y Nordeste, donde se concentran la mayoría de frentes y compañías de las Farc y el Eln.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el coronel Martín Daza, Coordinador del grupo asesor de la Séptima División, explica que la orden del Comando Central del Ejército sigue siendo la misma. El trabajo que se adelanta en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó, continúa, especialmente contra los frentes quinto, 18 y 36 de las Farc.
“Sin importar lo que ocurre en La Habana, nuestro trabajo sigue con la misma intensidad. Las actividades de perifoneo con la ayuda de la Fuera Aérea, las cuñas radiales, la entrega de volantes y los conversatorios en los que se narran las experiencias de los desmovilizados no bajan el ritmo e incluso para estos dos últimos meses del año se tienen programados varios eventos en diferentes municipios de las zonas identificadas”.
Uno de los principales retos de las autoridades es mantener la confianza que ha generado el proceso de desmovilización, seguir incentivando a los integrantes de las Farc y Eln para que dejen las filas de la guerrilla, aún con la actualidad por la que pasa la Mesa de Negociación en Cuba. Hasta el momento, según versiones, como la de alias “Malalay” afirman: “Muchos van a querer desmovilizarse, ya están buscando la manera, otros, por temor no toman esa decisión, pero creo que ya casi todos están esperando el veredicto que se va a dar en marzo de 2016, para ver qué pasa. Aunque los que ya salimos y estamos en proceso de reintegración no nos arrepentimos de no esperar los resultados del proceso de paz” .
428
desmovilizaciones promedio al año se daban en Antioquia.
68
guerrilleros se han entregado este año en el departamento.