Con un mensaje de gratitud por su trabajo incansable por “aliviar el sufrimiento de las personas que viven las consecuencias del conflicto armado”, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció el fin de la misión en Colombia de quien durante casi seis años y hasta este viernes fue su jefe de delegación, Cristoph Harnisch.
“Después de seis años en el país me despido de Colombia y los colombianos. Quisiera agradecer al país, a sus autoridades, a su pueblo, por la acogida y el trato que recibimos mi familia y yo, y el CICR en general durante todo este tiempo”, manifestó Harnisch en un breve video de despedida.
El saliente jefe de delegación añadió que “fueron tiempos difíciles, con muchos retos, pero a través del diálogo y la comprensión que ustedes siempre mostraron al CICR logramos avanzar y llevar protección y asistencia a las poblaciones más afectadas por los conflictos no internacionales en el país”.
La Cruz Roja destacó que durante la jefatura de Harnisch, quien ahora asumirá una nueva misión como jefe del CICR en Irak, se movilizaron esfuerzos para la creación de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) y “consolidó nuestros oficios como intermediarios neutrales para determinadas acciones logísticas en medio del proceso de paz”.
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Harnisch “también logró que 119 menores pertenecientes a las antiguas Farc lograran ser trasladados y entregados a personal de Unicef y el Gobierno para el tránsito a su nueva vida”.
Su cargo será ocupado a partir de este sábado por la suiza Mulan Giovannini, experta en protección de la población civil.