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Como en las peores épocas: guerra en Arauca dejó 68 muertos en enero
En una semana raptaron a cinco personas, asesinaron a 12 y se detonó un artefacto contra el Ejército. Confrontación entre disidencias y ELN no cesa.
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La confrontación en Arauca, que se agudizó a finales de 2021, se da entre los grupos ilegales ELN, Segunda Marquetalia y disidencias del frente 10, 28 y 48. FOTO cortesía
03 de febrero de 2022
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De nada sirvieron las súplicas que Idalid Carrillo hizo a los grupos ilegales que se llevaron a su esposo, Herman Naranjo, tras sacarlo de su finca en Tame, Arauca, el pasado miércoles.
“Le pedimos que por favor le respeten la vida, nosotros no tenemos que ver nada con esta guerra, somos trabajadores”, dijo entre lágrimas Idalid.
Este jueves, mientras la mujer y su hijo enviaban mensajes a las estructuras armadas para que les devolvieran a su ser querido, el cuerpo sin vida del líder comunal era hallado con lesiones por arma de fuego en una carretera de su vereda Corocito.
El asesinato de Naranjo es uno de los 68 que se han cometido en ese departamento luego de que el ELN y las disidencias de las Farc se tranzaran en una guerra que pareciera no tener límites y que, hasta ahora, deja 1.200 personas desplazadas.
Estos asesinatos, que en la última semana se han cometido de manera selectiva, han aumentado la zozobra y el terror en Arauca, mismas que ayer volvieron a sentir los araucanos con la detonación de una carga explosiva puesta al paso del Ejército en Tame.
“Estamos viviendo como en los peores años de la guerra. Acá ya uno no se puede descuidar porque cuando menos piensa se escucha la balacera, tiran una granada o explota una bomba”, expresó un habitante de Saravena.
Atacaron al Ejército
El explosivo fue activado a las 12:03 de la medianoche. Los soldados se disponía a ubicar puntos de vigilancia en la vía que comunica a Tame y Fortul, en Arauca, cuando la detonación, cuenta un campesino, “estremeció la región y lanzó por el aire al que estaba ahí”.
Los minutos que siguieron de silencio fueron interrumpidos por las voces que pedían auxilio y un enfermero para atender los heridos. Tras el estallido, los militares reportaron la muerte del soldado profesional Edilson Roncancio Carrillo, y las lesiones de sus compañeros Carlos Zuñiga y Brayan Marzal Obispo, trasladados al hospital de Saravena.
“Ellos fueron víctimas de la activación de una carga explosiva en la vía, instalada por los terroristas del ELN”, expresaron desde el Comando de la Décima Brigada del Ejército.
El ataque, perpetrado en la vereda Alto Quiripal, sector Mataecacao, tambián afectó la vivienda del campeesino Jairo Estupiñan Ortega, a quien le destruyó las paredes de madera y el techo de zinc de su casa.
Este ataque es apenas uno de la seguidilla de acciones militares que los grupos ilegales emprendieron desde el pasado 1 de enero en Arauca, y que han dejado, según fuentes oficiales, 68 personas asesinadas y 13 secuestradas.
Se agudizó el secuestro
Mientras Arauca se desangra, el flagelo del secuestro volvió a sentirse con fuerza. El miércoles en la noche cinco trabajadores de la empresa Tecnioriente fueron secuestrados por un grupo armado en zona rural de Araquita, los cuales se llevaron junto con cinco volquetas y, según información de la Unión Sindical Obrera, USO, fueron devueltas cuatro.
El personero de Tame, Juan Carlos Villate, aseveró a EL COLOMBIANO que los cinco contratistas realizaban el mantenimiento de las vías, “pero fueron dejados en libertad”.
La agudización del conflicto llevó a que las Juntas de Acción Comunal hicieran un llamado urgente a activar los corredores humanitarios “como medida de autoprotección de las comunidades agobiadas por el temor y la zozobra generada por los constantes asesinato selectivos que se vienen presentando en medio de la confrontación armada” .
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