El expresidente y ahora senador Álvaro Uribe Vélez respondió este lunes a la invitación hecha por el jefe máximo de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri alias “Timochenko” para hablar del proceso de paz y el futuro del país.
El exmandatario aseguró que el Centro Democrático desde 2012 han expresado sus preocupaciones sobre “las condiciones en que se han desarrollado los diálogos de La Habana y los contenidos de los acuerdos”. Y agregó que las inquietudes han sido transmitidas al exsecretario de las Naciones Unidas, Kofi Annan y al político del partido Conservador, Álvaro Leyva.
“Recientemente las examinamos en detalle con Kofi Annan, exsecretario de Naciones Unidas, quien nos anunció transmitirlas a la Farc. Las hemos hablado en detalle con el doctor Álvaro Leyva, con el señor Aronson, delegado de los Estados Unidos, quienes también pueden ser portadores ante Farc, así no las compartan”, afirma el comunicado.
El jefe natural del Centro Democrático agregó que las preocupaciones del partido no han sido tomadas en cuenta por el Gobierno Nacional y la coaliación en el Congreso. “Nuestras preocupaciones y alternativas están por escrito, ninguna audiencia han tenido en el Gobierno ni en las mayorías parlamentarias. El Gobierno nos conmina a adherir a La Habana para lo cual no ahorra formas de intimidación”, afirmó.
Uribe que publicó la respuesta en su cuenta personal de Twitter critica que el proceso de paz se haya iniciado sin un cese de hostilidades y controlado en zonas de concentración. “La exigencia seguramente habría demorado la iniciación del diálogo, pero este habría generado más credibilidad”, agregó Uribe.
Así mismo, criticó el acuerdo de justicia que según él es de “impunidad total”. “Si con el solo anuncio la impunidad se ha generado más crimen, qué podremos esperar cuando ya se haya implementado”, indicó el senador.
El exmandatario concluyó diciendo que la paz no está en discusión, sino “su eficacia, su sostenibilidad y el riesgo para la democracia”. “ Que el Gobierno imponga los textos de La Habana, fuerce su incorporación a la Constitución y al Ordenamiento Jurídico, valido de simulada juridicidad con notoria ilegalidad y desdén por la democracia, causa incertidumbre política y la posibilidad que cambios en el futuro los deroguen”, concluyó.
