El 2016 es especial para la izquierda en Colombia. El Polo Democrático, la Alianza Verde, la Unión Patriótica (UP), el Movimiento Progresistas, entre otros, vienen trabajando en una agenda en la que ahora coinciden asuntos como la paz.
Para el senador por el Polo Democrático, Iván Cepeda, es en su caso particular, el tema trabajado por varios años.
Dedicado al proceso de paz, los derechos humanos y las víctimas del conflicto armado, el congresista sostiene que sus esfuerzos estarán enfocados en que “se lleve a cabo la refrendación y el desarrollo legal y normativo de los acuerdos con las Farc y se puedan implementar de manera integral y eficiente. Igualmente, apoyar el inicio de la fase pública con el Eln”.
Agrega que no son solo los partidos los que deben poner de su parte para superar 52 años de conflicto. La sociedad colombiana debe involucrarse en ese trabajo y ser parte del país que nacerá con la paz, luego de la firma del Acuerdo Final con las Farc.
Idea en la que también cree Aída Avella presidenta nacional de la UP. Dice la dirigente que es necesario prepararse para los cambios políticos y sociales que se avecinan y se necesitan, el desarme de todos los actores armados y su posible incursión en la política.
“La paz debe ser de todos, lo que significa que hay que pensar en el campo, darle trabajo al campesino, revisar los Tratados de Libre Comercio, TLC y también el código minero”, añade Avella.
Lo que llama la atención son las reuniones que han tenido varios dirigentes de izquierda con los negociadores de las Farc, en La Habana. Primero fue el exalcalde Gustavo Petro, luego Iván Cepeda y ayer viajó a Cuba la presidenta del Polo, Clara López.
La unión
Otro de los principales retos de la izquierda en el ámbito nacional es la unión, es decir, un trabajo en equipo permanente y no solo ajustado cuando es época electoral. Hace poco en el centro de Bogotá se realizó una reunión en la que líderes de izquierda como Gustavo Petro y Clara López hablaron sobre buscar esa convergencia que los fortalezca.
En aquella cita estuvo el actual concejal de Bogotá, Hollman Morris, quien opina que la unión será el verdadero reto de la izquierda en 2016. Asegura que se dieron pasos interesantes en esa dirección, pero que de la unión deben nacer fronteras que les den paso a las nuevas ciudadanías y a las nuevas corrientes sociales.
Agrega que la izquierda debe entender que llegó el momento del cambio generacional, de nuevos líderes para proyectar, rompiendo su anonimato.
“El reto mayúsculo de la izquierda es la conformación de un gran movimiento que se está gestando. Todavía no está a la luz pública pero será el movimiento que le dé fuerza y vida a la paz y que reconstruya al país después del cese de la barbarie. Es el gran sancocho nacional”, dice Morris.
Igualmente, la académica y exfuncionaria del gobierno Petro, María Mercedes Maldonado cree que es la suma de las fuerzas políticas de izquierda y grupos alternativos el asunto preponderante en la agenda. “Buscando esa confluencia queremos trabajar en la paz y en un modelo de Bogotá que tenga en cuenta lo ambiental, lo social y la defensa de lo público. La convergencia debe trascender lo electoral y poner a prueba su continuidad”, explica Maldonado.
Una izquierda en proceso
La izquierda en Colombia, así como los movimientos alternativos, todavía tiene un camino largo qué recorrer para su fortalecimiento, dice el analista Enrique Serrano.
Expone que la ideología de la izquierda en el país todavía no está bien definida y para la mayoría de colombianos es un fracaso, ya que lo comparan con lo que ha hecho el expresidente Chávez, o los presidentes Nicolás Maduro y Rafael Correa.
“Yo creo que la izquierda en Colombia deja cosas en el aire y juega muchas veces con las expectativas de la sociedad, en ocasiones de forma descarada y en otras ingenuamente. Me parece que a la izquierda le falta auténtica formación y capacidad”, concluye el analista.