Un llamado de emergencia alertó a las autoridades sobre un perro atropellado en Bogotá. El canino identificado como Cosmo fue trasladado al Instituto de Protección y Bienestar Animal de Bogotá (IDPYBA), donde tras realizarle varios exámenes, la entidad tomó la radical decisión de practicarle la eutanasia.
Sin embargo, el caso generó indignación por realizar este delicado procedimiento sin la autorización del propietario del perro, así como por las dudas de la familia sobre los diagnósticos que justificaron la decisión de la entidad.
Tras las alertas de la familia de Cosmo, que aseguró que el perro tenía un microchip de identificación, lo que debió haber facilitado la comunicación con su propietario antes de su muerte, la Procuraduría General de la Nación exigió al IDPYBA un informe detallado sobre los hechos ocurridos el pasado 2 de enero de 2025.
La directora General del Instituto deberá dar explicaciones “sobre la eutanasia aplicada al perro ‘Cosmo’, sin la autorización de su dueño”, dijo el Ministerio Público el pasado 9 de enero.
El hecho se conoció luego de que se recibiera un reporte sobre un perro que había sido atropellado cerca del Parque Nacional de Bogotá. Ante el reporte, el IDPYBA trasladó al animal a sus instalaciones y lo sometió a una eutanasia humanitaria.
Según informó el IDPYBA, al perro se le realizaron exámenes que habrían dado como resultado “un trauma medular con compromiso neurológico, lo cual le causaba dolor severo, parálisis del tren posterior y pérdida de control de esfínteres, desplazamiento de cuerpo vertebral T12 en las radiografías tomadas y Distemper canino”.
Sin embargo, la Delegada para Asuntos Ambientales Minero Energéticos y Agrarios exigió conocer, entre otros, el procedimiento seguido por los funcionarios del Instituto durante el rescate y atención del animal, así como el protocolo médico y diagnóstico que justificó la eutanasia.
También deberá indicar las razones por las cuales no se informó al tenedor sobre el procedimiento, a pesar de que el perro tenía microchip de identificación, anexando además la copia del protocolo de eutanasia adoptado por el Instituto.
La entidad había sostenido que en la verificación del microchip, “en ese momento, no registraba información asociada a un cuidador”.
Por su parte, la Plataforma por los Animales ALTO, organización que defiende los derechos de los animales, manifestó su preocupación por el caso de ‘Cosmo’.
“Su familia afirma que sí contacto al Instituto para recogerlo y ofrecieron pagar el tratamiento, pero no les respondieron, en cambio lo sacrificaron en tiempo récord. Además, afirman que no tenía moquillo, ni ningún síntoma de dicha enfermedad”, señaló la organización.
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Según la plataforma, el IDPYBA ha sido objeto de diversas denuncias por aplicar eutanasia “de manera apresurada”.
“Preocupa mucho que el Instituto use pruebas rápidas para detectar el moquillo. Estas pruebas suelen arrojar falsos positivos por lo que no es de ninguna manera aceptable que tomen una decisión tan extrema usando como base una prueba de estas. Pedimos a los organismos de control que investiguen este y otros tantos casos en Bogotá”, aseveró la Plataforma ALTO.
Finalmente, la organización aseguró que el dueño de Cosmo está reuniendo el dinero para que a su mascota le realicen una necropsia y esclarecer su muerte.
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