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Frente a la reciente victoria del electo presidente Gustavo Petro, distintas vertientes políticas de derecha pusieron sobre la mesa la necesidad de replantear sus estrategias.
Desde que se conocieron los resultados de la primera vuelta presidencial, colectividades como el Partido Conservador y el Centro Democrático quedaron huérfanas de candidato. Aunque sus miembros se decantaron mayoritariamente por el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, él no representaba a cabalidad muchas de las posturas de la derecha política.
“La ciudadanía nos mandó un ‘fuetazo’ muy fuerte”, aseguró Edward Rodríguez, representante a la Cámara del Centro Democrático. “La derecha tiene que entender que perdieron los extremos y que el gran éxito de Petro fue haber atraído otros sectores”, añadió el congresista.
En cambio, para María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático, la derecha está “más viva que nunca”. Argumentó que hay “millones de ciudadanos” conservadores, cristianos y católicos que sienten que deben ser escuchados y quieren tener “autoridad y orden”.
Sobre el Centro Democrático, aseguró que debe tomar más partido por posturas más de centro-derecha que de centro.
En lo que sí parece haber un consenso es en que deben llegar a acuerdos que les permitan unirse para recuperar terreno en las elecciones locales que se darán a finales del 2023.
De hecho, Enrique Gómez, quien fue candidato presidencial del partido Salvación Nacional, consideró que es justamente en esos comicios cuando la derecha tendrá que “impedir que el Pacto Histórico profundice su control en los entes territoriales”. Además, dijo, se debe construir una base electoral de cara al 2026.
Se prevé, en todo caso, que, ahora que no son Gobierno las figuras de derecha más fuertes tengan su gran caja de resonancia en el Congreso, donde serán, seguramente, oposición al Gobierno de Petro.
Allí estarán figuras fundamentales del Centro Democrático que también habían sonado para ser aspirantes presidenciales como Paola Holguín, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia e incluso Miguel Uribe Turbay, quien llegó al Legislativo con la bendición del expresidente Uribe e incluso fue cabeza de lista.
La propia senadora Cabal aseguró que estaría “encantada” de liderar las banderas de la derecha con el visto bueno del expresidente Uribe.
Por su parte, la también senadora Paola Holguín, señaló que habrá algunas reuniones de bancada de aquí al 20 de julio para definir cuál será su trabajo como bancada cuando se instale el Congreso
¿Y cuál será el rol de Uribe?
Internamente se han presentado desacuerdos sobre cuál debe ser el camino. Esta semana Juan José Lafaurie Cabal, el hijo de la senadora María Fernanda Cabal y militante del Partido Conservador, tuvo un fuerte choque con Paloma Valencia, otra de las senadoras del Centro Democrático.
Todo empezó porque Lafaurie Cabal puso un trino en el que aseguró: “Es la hora de la derecha, una nueva derecha, que imprescindiblemente tiene que ser sin Uribe”.
La afirmación levantó ampolla en el uribismo. La senadora Valencia le salió al paso rápidamente. “Sin el presidente Uribe ni tu mamá sería senadora, ni Colombia sería república”, le contestó la congresista a Lafaurie Cabal.
A la pelea se metió hasta José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán y padre de Juan José Lafaurie. “Mucho le debe este país al presidente Álvaro Uribe. Juan José no había nacido cuando rescató a Colombia. Y Paloma Valencia merece respeto”, sentenció José Félix Lafaurie.
El incidente no solo dejó ver fisuras dentro de distintas facciones de la derecha, sino que dejó en el aire la duda de cuál será el rol del expresidente Uribe en el futuro de esa orilla política.
“Juan José no es del Centro Democrático. Él es militante del Partido Conservador. Ha sido crítico de todos, incluido el presidente Uribe, porque él cree que se ha alineado al centro y debería estar más en la derecha”, aseguró Cabal.
Otras voces señalaron que el expresidente Uribe sigue siendo “el líder natural” del Centro Democrático. “Él es miembro fundador vitalicio”, dijo Paola Holguín y explicó que él sigue siendo determinante en las decisiones que se tomen dentro del partido