Una decena de jueces de la república se manifestaron este jueves y el pasado miércoles en la plazoleta de La Alpujarra en Medellín en la llamada “Marcha de las Togas” para protestar contra el proyecto de reforma del equilibrio de poderes que se tramita en el Congreso de la República.
Por otro lado, en Bogotá, también hubo un plantón. El magistrado del Consejo de Estado, Gustavo Gómez Aranguren, señaló que el proyecto de reforma de equilibrio de poderes que cursa en el Congreso es, sin atenuantes, “un golpe de estado” y una “amenaza a la paz” por cuanto acabará caricaturizando a la Rama Judicial.
Así lo indicó el jurista luego de una protesta, consistente en cinco minutos de silencio, que realizaron en el Palacio de Justicia de Bogotá, jueces, magistrados del Tribunal Superior de Bogotá, del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, del Consejo de Estado y de la Judicatura quienes rechazaron la reforma que cursa en el Congreso.
“La destrucción de un poder público mediante la desaparición de los principios que le dan sentido es, sin atenuantes, un golpe de estado. La caricatura de la Rama judicial resultante con la reforma será un ente incapaz de limitar el ejercicio de la autoridad pública y los factores reales de poder”, señaló.
Gómez Aranguren dijo además que “se trata de una amenaza nacional a la paz, a la dignidad y a la vida en democracia entre los colombianos”.
El magistrado, quien se opuso fuertemente en su momento a la fallida reforma a la Justicia, indicó que quienes reflejan las mayorías políticas convencionales han encontrado en los jueces una barrera para los propósitos políticos excluyentes y advirtió la existencia de una campaña de desprestigio contra la Rama desde el año 2010.
“Escala iniciada desde el 2010 contra los jueces y que en cinco años ha conseguido el desprestigio de nuestro sistema de justicia por medio de una estrategia en la que se difunde la idea de una corrupción latente como elemento identificador de las estructuras de justicia, con la que se hace invisible a los jueces que constitucionalizaron las instituciones”, señaló.
De acuerdo con Gómez, en ese escenario se muestra la independencia y la autonomía de la Rama Judicial no como un principio de la democracia sino como un privilegio que es usado para la desaparición de una administración de justicia independiente.
“En este panorama es compresible que la reforma de la equilibrio de poderes enfatice en el control de los jueces, utilice el término ambiguo de la corrupción como señuelo y prometa sin fundamento alguno la falacia del valor ético de los jueces. Este señuelo lleva a una trampa mortal al juez del estado social de derecho pues su fuerza esencial se centra en la autonomía, la independencia y la imparcialidad se sustituye y se confunde con los intereses del Presidente de la República y del poder legislativo”, enfatizó.
La declaración pública leída por el magistrado Gómez fue firmada por jueces y magistrados de Bogotá y será enviada a la Ocde.