Para el Estado colombiano Juan Larrison Castro Estupiñán, alias Matamba, era el nombre de un difunto. Pero el que lo lleva llegó a ser uno de los cabecillas más poderosos del Clan del Golfo, habría infiltrado a altos mandos del Ejército e incluso se escabulló de las autoridades en varias ocasiones. Su última fuga exitosa –disfrazado de dragoneante del Inpec– fue la más famosa, pues desató una crisis de credibilidad en la justicia colombiana.
A falta de un nombre, el jefe del Clan del Golfo era conocido por dos alias: El Viejo o Matamba, este último fue el que tomaron los medios de comunicación para sus titulares.
Como otros miembros del grupo narcoparamilitar –que fue encabezado por el hoy detenido alias Otoniel–, Matamba tiene una extensa experiencia en grupos armados.
De acuerdo con información un expediente judicial de Justicia y Paz, Castro Estupiñán nació en el Charco, Nariño, y entró a las filas del Frente 29 la extinta guerrilla de las Farc entre 1996 y 1997. A comienzos de los 2000 se cambió de bando y pasó por dos bloques de las también desaparecidas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
Fue capturado en diciembre de 2003 en el municipio de Cartago, Valle del Cauca, por el asesinato de un hombre. Se acogió al proceso de Justicia y Paz y quedó en libertad condicional. Confesó hasta 30 crímenes cometidos por grupos paramilitares a los que estuvo vinculado.