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El Presidente volvió a abrir el debate sobre la primera línea del Metro de Bogotá que ya parecía cerrado. Petro le pidió al constructor chino que evaluara qué tan factible era hacer un cambio en los diseños para que un tramo de 10 kilómetros fuera subterráneo y no elevado como quedó contratado durante la alcaldía de Enrique Peñalosa.
Esta solicitud, que el consorcio chino se comprometió a responder el próximo 8 de enero, ha generado polémicas al rededor de los retrasos y los sobrecostos que podría ocasionar un cambio de esa magnitud cuando por fin el Metro se está construyendo y lleva un 17% de avance.
El ex candidato presidencial, Federico Gutiérrez, le reclamó hoy vía Twitter al presidente Petro por esa solicitud y aseguró que se iban a “joder el Metro, a Bogotá y a su gente” por el “capricho y el ego” del ex Alcalde de Bogotá.
La respuesta del presidente por la misma red social no se hizo esperar. Para Petro, su insistencia en contra del Metro elevado es cuestión de “dignidad” y no de ego, como lo acusó Gutiérrez: “Quizás ustedes, Fico, quieran que la gente sea transportada como animales, yo quiero que sea tratada como personas”, escribió.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se refirió hoy a la solicitud del presidente y a pesar de que la consideró “legítima” y “rigurosa” fue enfática en que esto no detendrá la construcción del megaproyecto que fue contratado —el Metro elevado— y que en caso de que finalmente se hagan cambios sobre el diseño inicial, los sobrecostos deberán ser asumidos por el Gobierno Nacional.
“El presidente ha pedido una información y una evaluación técnica, financiera y legal, de la posibilidad de subterranizar total o parcialmente el tramo de la avenida Caracas. No lo hace por capricho ni por venganza ni porque en el pasado haya querido hacer un metro subterráneo. De hecho, el presidente renunció a su proyecto. Él sabe que no se puede retomar el proyecto que él hizo como alcalde, que tenemos que respetar el contrato que tenemos vigente”, indicó López