El inicio de la recta final de los diálogos de paz en La Habana al parecer se dio con varios cambios que buscarían agilizar la firma de los dos puntos restantes y tener para el 23 de marzo, como lo desea el Gobierno, un Acuerdo Final con las Farc.
El pasado domingo, los equipos negociadores, liderados por Humberto de la Calle y Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, sostuvieron una reunión con el presidente de Cuba, Raúl Castro, con quien compartieron un balance de los tres años que cumplió el proceso, y las intenciones que hay para culminarlo este semestre.
Tras la reunión, las delegaciones del Gobierno y las Farc, trabajan en un nuevo esquema que tendrían los diálogos, y en el que se contempla la posibilidad de terminar con los ciclos para iniciar de forma ininterrumpida la búsqueda del Acuerdo Final.
Sobre la reunión, alias “Iván Márquez” publicó en su cuenta de twitter: “Plenipotenciarios de Gobierno y Farc agradecieron al líder de la revolución cubana su apoyo a la paz de Colombia”.
Por su parte el diario oficialista cubano Granma indicó que “intercambiaron sobre la marcha de los diálogos que tienen lugar en La Habana y se constató el interés compartido de continuar avanzando para alcanzar, en el plazo más breve posible, un acuerdo que permita poner fin al conflicto de más de 50 años y lograr una paz estable y duradera en Colombia”.
Igualmente, se publicó que “ambas delegaciones trasladaron al compañero Raúl un agradecimiento por el valioso apoyo de Cuba al proceso, en su condición de sede y garante de las conversaciones”.
Expertos en conflicto y paz, coinciden en que lo que falta para terminar el proceso de paz no se puede convertir en una carrera contrarreloj y aunque ya se pactó lo más difícil, quedan temas delicados como la concentración de las Farc y su seguridad.
Luis Guillermo Pardo, Gerente de Paz de Antioquia cree que el proceso “ya superó las expectativas de todos los incrédulos y hay una clara disposición de las Farc y de todo su secretariado general en acelerar las cosas, aunque un acuerdo de paz nunca debe estar sujeto a una fecha definitiva”.
El funcionario dice que ve muy cerca la firma del Acuerdo Final, “y en cualquier momento se difunde el acuerdo de tregua bilateral o armisticio, esa sería la lógica si la idea es apretar el acelerador”.
Por su parte, Ariel Ávila, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, insiste en la importancia de los puntos restantes como los modelos de seguridad, la dejación de armas y la refrendación.
“No son difíciles pero son complicados, esto no es un tema de tiempo, aunque el Gobierno tiene una promesa política de cumplir con un plazo, no se trata de una carrera de 100 metros, y al proceso de paz hay que regalarle dos o tres meses más si es necesario”, afirma el analista.
Para estas dos personas, un cambio de metodología o en el cronograma de los diálogos en su recta final no tendría inconvenientes, siempre y cuando no se dejen atrás elementos importantes en los dos últimos acuerdos que faltan por firmar.