Roy Barreras enfrenta una nueva indagación en la Corte Suprema de Justicia, esta vez por el manejo de un contrato por $8.000 millones para el Canal Congreso que se firmó mientras él ejercía como presidente del Senado.
La denuncia del cuestionado contrato había sido presentada por el senador Jonathan Pulido Hernández, conocido en redes sociales como JotaPe, en una rueda de prensa en el Congreso en la que alertó sobre un pacto suscrito con la firma Dicitec para la producción de contenidos audiovisuales.
Esa compañía luego subcontrató los servicios con la productora Espejo, en una nueva contratación que ascendió a los $4.000 millones. El problema es que la accionista propietaria de Espejo es Valeria Uribe, la hija del entonces productor de ese canal, John Jairo Uribe, quien ya había tenido contacto con Roy Barreras por su trabajo en el Legislativo.