Hoy iniciará el juicio contra el ganadero Santiago Uribe Vélez, en el que el juez deberá determinar si el hermano del expresidente Álvaro Uribe tuvo responsabilidad en el asesinato del conductor Camilo Barrientos y si conformó un grupo paramilitar en Yarumal, Antioquia, conocido como “Los 12 apóstoles”.
Los primeros reportes de ese grupo datan del 2 de febrero de 1992, cuando con un panfleto advirtieron una “limpieza social” en la zona rural del norte lechero. Según las investigaciones que han sido corroboradas en Justicia y Paz, a esa estructura criminal pertenecían ganaderos, comerciantes y empresarios de los municipios cercanos, incluso habría participado un sacerdote, de ahí el nombre del grupo.
Desde ese momento y hasta 1996, “Los 12 Apóstoles” habrían cometido 533 homicidios y desapariciones, por lo que sus acciones fueron declaradas delito de lesa humanidad.
En 1995 el nombre de Santiago Uribe Vélez empezó a ser relacionado con el de ese grupo, y el 7 de junio de 1996 surgió el primer testimonio en su contra bajo el código 002, que después se conoció que se trataba del exoficial Alexander de Jesús Amaya.
De ahí en adelante varios expolicías investigados por paramilitarismo declararon acerca de la supuesta participación y coordinación que ejercía Uribe Vélez en “Los 12 apóstoles”.
Aunque la indagación inició a mediados de la década de los 90, en 1999 la investigación fue beneficiada con un inhibitorio; es decir, no avanzaron las pesquisas, hasta el 2012 cuando la Fiscalía reabrió el caso. En estos 23 años fueron asesinadas dos personas claves en la investigación: Hernán Dario Zapata, alias “Peloechonta”, quien coordinaba militarmente los paramilitares urbanos en Yarumal, y Darío Espinal Cano, hermano de Ernesto, alias “El Relojero”, quien podría tener información importante sobre la conformación de “Los 12 apóstoles”.
Por ahora la defensa de Uribe Vélez busca, según su abogado David Espinosa, desestimar las pruebas que la Fiscalía ha practicado, demostrar que Juan Carlos Meneses ofrece dinero para que falsos testigos declaren en contra de su apoderado, controvertir el estado mental de Eunicio Pineda y refutar los testimonios contradictorios de Alexander Amaya.
Por su parte, el abogado de las víctimas, Daniel Prado Albarracín, aseguró que, pese a las amenazas y hostigamientos que ha denunciado, seguirán defendiendo la verdad, y agregó que no es cierto que la parte acusatoria tenga testigos falsos: “lo que le decimos a la autoridad es que escuchen los testimonios, y no los valoramos nosotros, son los órganos judiciales quienes lo hacen”.
Las primeras audiencias del juicio se realizarán desde hoy y hasta el miércoles. Finalmente, será un juez el que determine quién tiene la razón.