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Uno de los temas espinosos del gobierno de Gustavo Petro es el de la reforma a la salud –basado en la creación de un sistema único de salud pública, que entre otras cosas no Implicaría la estatización de las clínicas–, que ya quedó programada para el 2023, a pesar de las expectativas planteadas en la campaña.
Durante la contienda, Petro fue crítico de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) –en la mira constantemente por sus fallas en el servicio–, y con la designación de la psiquiatra Carolina Corcho como ministra de Salud, ratificó su postura frente al sistema.
Aunque en medio de la contienda electoral reformar la salud fue una de las banderas, quedó en fila detrás de los proyectos más clave como la reforma tributaria y la rural integral.
Para llevar a cabo la transformación se requieren –según Corcho– medidas complementarias que estarían incluidas en esas dos reformas. En la tributaria, el impuesto a las bebidas azucaradas y el incremento del presupuesto al rubro de salud; en la agraria, el impulso a una mayor construcción de acueductos y alcantarillados en todo el país.
El giro en el sistema de aseguramiento de los colombianos podría estar poniéndose en marcha, si los planen avanzan como espera la ministra, en el Gobierno que le siga al de Petro. Así se cumpliría con el deseo de los electores del otrora candidato de izquierda.
Ahora, por tratarse de un tema tan complejo –en el que hay muchos intereses, pero también implicaciones de todo ante cualquier cambio– los partidos y los propios integrantes del gobierno entrante, decidieron mirar más a fondo lo que se quiere hacer. Aún así, ya hay un borrador listo que deberá ser discutido y podrá pasará por muchas transformaciones en su paso por el Congreso. Aún así, Petro tiene mayorías casi aseguradas.
La ministra electa hizo su primera intervención pública en el retiro legislativo del Pacto Histórico en Medellín esta semana y puso sobre la mesa lo que planea para un eventual revolcón a la salud.
Sobre las EPS apuntó: “Ya son tres décadas de estar haciendo negocios (...) los resultados son indefendibles ante la opinión pública y el país”.
Lo anterior, teniendo en cuenta que si bien Colombia tiene una cobertura en salud de más del 99%, los problemas tienden a darse en la oportunidad y calidad del servicio. Es decir, esto no es sinónimo de calidad.
Seguido, Corcho resaltó que las EPS deberían convertirse en prestadores de salud –en muchos casos ya lo son–, porque tienen clínicas propias donde atienden los pacientes.
En general, enfatizó en que el plan del nuevo Gobierno “no va a implicar cambios en la financiación, ni hecatombes, ni catástrofes (...) tenemos que darle al sistema una vocación que permita que los recursos lleguen directamente allá”.
Pero los integrantes del sector se han sentido algo más intranquilos, a pesar de lo que Corcho pretende transmitirles, tras leer sus opiniones en redes sociales y verla en entrevistas. Aún así, tienen las puertas abiertas para conversar.
El debate se ha generado con base en las opiniones de ella sobre las EPS , que han alimentado un debate necesario en cuanto al sistema, al que no le sobran las falencias que el nuevo gobierno quiere corregir. La polémica está en el cómo.
LA POLÉMICA DE LA INTERMEDIACIÓN: ¿SÍ O NO?
En múltiples ocasiones, la ministra designada ha señalado que las EPS son prescindibles, porque actúan como intermediarias entre las clínicas y hospitales y los usuarios.
Mauricio Santamaría, presidente del Centro de estudios económicos ANIF y exministro de Salud, reaccionó con dureza a dicha opinión expuesta por Corcho en entrevista con CM&. Anotó que todo lo que asegura es “erróneo, sin contexto, impreciso o de frente mentiroso”.
A propósito, Anwar Rodríguez, vicepresidente de la misma organzación, explicó que las EPS no son intermediarias, sino aseguradoras, porque hacen tareas que las IPS (prestadores de salud) no pueden hacer, como tener el respaldo financiero para los afiliados, organizar la red, garantizar el acceso, entre otros.
Elisa Torrenegra, presidenta de Gestarsalud, gremio de las EPS del régimen subsidiado, anotó que si bien desde 2012 se giran $1,4 billones a la red de servicios desde las, pero que ese no es el principal papel de estas aseguradoras, teniendo en cuenta lo anterior.
Por su parte, Paula Acosta, presidenta de ACEMI, que reúne a las 10 EPS más grandes del país, acotó que el rol de asegurador de las EPS ha sido esencial para lograr el acceso a los servicios por parte de los pacientes y avanzar en la cobertura.
14 EN LIQUIDACIÓN Y ENDEUDADAS
Corcho ha insistido en que el sistema que recibirá su gobierno está en crisis. Hay unas 14 EPS en la mira con incumplimientos millonarios. La Superintendencia Nacional de Salud dio la cifra, señalando que estas están en liquidación “por poner en riesgo la vida de sus afiliados y la estabilidad financiera de sus redes de prestación”.
Recientemente, la Asociación Colombiana de Clínicas y Hospitales reveló que las deudas de las EPS con ellos superaban los $11,2 billones, con corte a diciembre de 2019.
Acosta, de ACEMI, señaló que se debe hacer un esfuerzo de saneamiento de deudas y crear un fondo común, para evitar esta situación a futuro.
Y Rodríguez, de Anif, dijo que se deben aclarar con firas actualizadas cuáles son las deudas y resaltó que estas ya se están subsanado con el Acuerdo de Punto Final que se puso en curso durante el Gobierno Duque. Este, de todas formas, tiene limitaciones.
¿SE ALEJA LA POSIBILIDAD DE ELIMINARLAS?
Carolina Corcho ha propuesto acabar las EPS y pasar a un sistema diferente: que quienes están recibiendo un buen servicio lo sigan haciendo, pero con un cambio profundo, para ayudar a quienes no.
Es posible hacerlo, pero, para los gremios, con consecuencias graves. La directora de ACEMI dijo que sería una forma de destruir el valor que lleva décadas en creación. “Queremos abrir espacios de diálogo con el nuevo Gobierno, para mostrar el valor real que tienen las EPS”, exaltó.
Aún así, la presidenta de Gestarsalud señaló que es claro que el nuevo Gobierno llegará con las mejores intenciones, pero que, quizás, no tiene información profunda sobre el sistema. Por eso, cree que “es importante mostrarles la realidad de lo que hay”.
Los gremios dejan abiertas las puertas a conversar y quieren sentarse con Corcho, pues hay preguntas sobre la mesa, pero también tiempo para discutir.
El Pacto pondrá a andar dos reformas pesadas en el Congreso desde su llegada y los cartuchos de la prometida de la salud, esperarán todavía unos meses. Al fin y al cabo, la ciudadanía escogió al candidato que propuso dicho revolcón.