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Una ruta para frenar la deserción escolar por la covid
Conectividad, búsqueda activa y regreso seguro, entre las claves. En el país, al menos 158.000 niños no volvieron a estudiar.
26 de diciembre de 2020
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En el mundo, según la Unesco, hasta el 20 de diciembre pasado había 229.877.746 estudiantes afectados por cuenta de los cierres de escuelas y colegios, temporales o generales, provocados por el coronavirus (ver infografìa).
El reporte plantea una preocupación y tiene que ver con los niveles de deserción escolar que pueden aumentar por la emergencia. Además la Unesco destaca que el regreso a clases y mantener las aulas abiertas es un tema que no debe salir de la agenda, al señalar que "más de 1,5 estudiantes y jóvenes de todo el planeta están o han sido afectados por el cierre de escuelas y universidades debido a la pandemia de la covid-19" durante lo corrido de este año.
La organización internacional también destaca que hay 22 países con escuelas cerradas totalmente, lo que representa que el 13,1 % de las personas en edad escolar en el mundo no tienen en este momento ningún tipo de clase.
Entre los países que están completamente abiertos aparecen Rusia, China, Tailandia, República del Congo y Suriname, por ejemplo. Entretanto, en la región, Brasil, Perú, Venezuela y Bolivia, tienen un cierre escolar completo por cuenta de la pandemia, según los datos de la Unesco.
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¿Y Colombia?
El panorama también plantea preocupaciones. Por ejemplo, el pasado 3 de diciembre, la ministra de Educación María Victoria Angulo, durante el foro ¿Qué viene para Colombia en 2021?, realizado por la Universidad del Rosario, señaló que, al menos, 158.000 niños y adolescentes abandonaron sus estudios como consecuencia de la pandemia durante 2020 en el país, de los cuales al menos 8.000 son de Medellín, según datos de la secretaría de Educación de la capital antioqueña.
Esta cifra equivalió a una tasa de 1,3% de deserción, según los datos con reporte hasta noviembre.
Al respecto, la ministra aseguró que aunque la cifra es menor a la previsión para este año, estimada en 2,85, "no deja de ser preocupante, ya que históricamente hay un importante momento de deserción en el cambio de año, por lo que habría que ver cuál será su impacto de cara al periodo de matrículas de 2021”, que es cuando se conocerán los datos finales y de esta manera identificar cuántos y cuáles niños abandonaron las aulas.
De acuerdo con los datos del Ministerio, la tasa para este año; sin embargo, es menor a la del año anterior, pese a la pandemia.
Por ejemplo, la deserción se ubicó en 2,93 al cierre de 2019, aunque vale mencionar que este indicador viene con tendencia a la baja desde 2019, cuando se ubicó en 4,8.
Empezar por conectividad
El reto, según los analistas consultados, es mayúsculo, ya que como lo ha planteado Unicef, “cuanto más tiempo los niños marginados dejen de asistir a la escuela, menos probable es que regresen”, ha planteado la organización.
Por eso, la tarea para 2021 estará en reabrir las escuelas y garantizar que los niños que no volvieron, puedan regresar.
Jhon Alexander Echeverri Acosta, docente de Envigado, quien quedó entre los 50 mejores profesores del mundo en el Global Teacher Prize de 2018, sostiene que la tarea está en manos del gobierno.
Para él, el Estado "deberá invertir en equipos y conectividad para que los colegios puedan facilitar a las familias, en especial en zonas vulnerables y rurales ya que el virus se está incrementando y la alternancia puede poner en riesgo la vida de la comunidad educativa".
Su planteamiento tiene asidero en la conectividad a internet que tiene el país es baja, pues apenas es del 50 % y, como lo planteó la ministra TIC, Karen Abudinen, en entrevista con EL COLOMBIANO el pasado lunes, la meta trazadas al finalizar el gobierno de Iván Duque, en 2022 es llegar a por lo menos el 70 %.
Frente a este punto, Wilson Bolívar, decano de la facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, sostiene que el país debe mejorar las condiciones de las familias para la adquisición de dispositivos tecnológicos y acceso a internet como un derecho básico en el país.
Por esto, plantea Bolívar, este "es un llamado a dotar de las condiciones necesarias para que los estudiantes tengas acceso a las condiciones que les permitan complementar sus procesos formativos tanto desde sus casas como desde las aulas".
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Búsqueda activa, clave
Ómar Arango, miembro del comité ejecutivo de Fecode, sostiene que además del regreso seguro (ver Paréntesis), el país, entre todos los actores, "tendremos que buscarlos, atraerlos e incluirlos, ya sea con la virtualidad o la alternancia, pero debemos empezar a hacer llamadas personalizadas uno a uno de los padres, para conocer cuáles son sus realidades".
Con ello coincide Elvia María González, doctora en ciencia pedagógicas y docente titular de la Universidad de Antioquia, quien además destaca que "se debería promover a todos los niños sin importar su rendimiento académico en este año".
Y, posteriormente, hace una clasificación para atenderlos "según las dificultades académicas que tengan". Esto, dice la especialista, ayudará a que ningún niño se quede por fuera de la escuela y, por otra parte, "inspeccionar los talentos que tienen y desarrollarlos".
Otra mirada que se deberá tener en cuenta pasa por la educación superior. Al respecto, María Clara Rangel Galvis, rectora de la Universidad El Bosque, sostiene que ya se le hizo una solicitud al Gobierno Nacional, enfocada en que se brinden "apoyos generalizados a los estudiantes antiguos y nuevos, con recursos públicos, así como ofrecer subsidios en términos de sostenibilidad y conectividad a quienes lo requieran".
Un último punto que se deberá tener en cuenta para reducir la deserción generada por la pandemia, a juicio de Arango, pasa por identificar los hogares que resultaron económica y laboralmente afectados por la covid.
Allí, dice el líder sindical, "el gobierno deberá brindar las condiciones para que el muchacho tenga acceso a alimentación".
En este punto, vale la pena mencionar lo planteado desde marzo por Audrey Azoulay, directora de la Unesco, quien destacó que “nunca antes habíamos sido testigos de una interrupción educativa a esta escala, la colaboración es el único camino”.
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