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Así se busca tratamiento para un virus que se propaga con facilidad

Se exploran características de ese patógeno invisible a los ojos qué podrían hacerlo más infeccioso, para explorar nuevos tratamientos.

  • Así se busca tratamiento para un virus que se propaga con facilidad
En la carrera por neutralizar al nuevo virus
Helena Cortés Gómez | Publicado

EL COLOMBIANO está haciendo una cobertura completa con los artículos más relevantes sobre el coronavirus y para lectores de todas las edades. Encuentra lo que debes saber de la pandemia aquí.

No todos los virus se comportan igual. Hay múltiples vías y caminos que usan para infectar a un organismo vivo. Para enfrentar al nuevo coronavirus los investigadores debieron hacer varios análisis genéticos y estructurales que les permitiera irlo conociendo. Por ejemplo, ahora se sabe que una de las características que permite que infecte tan fácilmente a las células humanas es una proteína en su superficie que usa como una “llave” para unirse a la “cerradura” que tiene esta unidad fundamental de los seres vivos.

Varios grupos de investigación del mundo están detrás de el tratamiento. Es una carrera contra el tiempo. Unos estudian la superficie del virus, otros la puerta de entrada a los tejidos humanos: un receptores en las membranas celulares (ACE2).

Según una noticia publicada en el portal de la casa editorial Nature publicado a principios de marzo “el nuevo virus se propaga mucho más fácilmente que el que causó el síndrome respiratorio agudo grave responsable de la epidemia de 2002, Sars-CoV (también un coronavirus), y ha infectado diez veces más a las personas que por entonces contrajeron el SARS”.

Vacunas contrarreloj

Para infectar una célula, los coronavirus utilizan una proteína, denominada S, la cual se une a la membrana celular a través de un proceso que es activado por enzimas específicas de la célula. Los análisis genómicos han revelado que la proteína S del nuevo coronavirus difiere de las de sus parientes cercanos, y sugieren que está presenta un sitio, o dominio, que es activado por una enzima de la célula huésped.

Todavía no existe una vacuna o tratamiento definitivo para este virus porque a pesar el cúmulo de conocimiento generado a su alrededor, aún se desconocen sus vías de patogénesis y proliferación. Una nueva revisión científica que recogió 1315 artículos científicos que incluían el nombre del virus, la enfermedad combinados con los términos tratamientos y farmacología, revisan brevemente las nuevas terapias potenciales COVID-19. En la infografía central que acompaña este texto se puede ver cómo algunos medicamentos usados en otras condiciones se están probando como objetivos moleculares que podrían convertirse en posibles terapias para tratar la nueva enfermedad. El estudio se publicó en la revista JAMA el 13 de abril de 2020.

Sobre las candidatas a vacunas, una carrera contra el tiempo ante más de dos millones de infectados por el nuevo virus, un artículo publicado en la revista Nature el 9 de abril de 2020 y firmado por siete miembros del CEPI, una coalición con sede en Oslo (Noruega), dedicada a desarrollar vacunas contra enfermedades infecciosas emergentes asegura que hoy se cuentan 115 candidatas a vacuna, 78 de ellas están confirmadas como activas (ver qué sigue).

Tratamientos

También, Pamela Velásquez y Esteban Villegas, estudiantes del profesor Fabian Jaimes, doctor en epidemiología de enfermedades infecciosas, de la Johns Hopkins University; profesor titular del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Antioquia y consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), bajo sus supervisión seleccionaron los estudios que creen son los “más prometedores”, aunque aclaran que estos “pueden ser un poco demorados en darnos resultados (fin de año o el año próximo, 2021)”.

Para saber con exactitud acerca de la eficacia de un tratamiento, se basaron en el ensayo clínico aleatorio (randomized clinical trial - RCT), que es el modelo experimental más confiable para responder preguntas de tratamiento. Estos debían tener su protocolo registrado en una plataforma de acceso público. Para las Américas, la más popular es clinicaltrials.gov, pero hay varias y una “contraparte” Europea.

Se quedaron con cinco (ver tabla: Los ensayos clínicos más relevantes) luego de seleccionan los más completos y confiables desde el punto de vista metodológico, con mayor número de pacientes, con desenlaces más importantes, con mayor alcance internacional y que cubran los medicamentos que suscitan más interés. Según Jaimes, “ninguno de los cuales es financiado por la industria”.

Jaimes pide paciencia, confianza en los estudios bien hechos y paciencia porque hasta ahora no hay seguridad de que algún medicamento, sustancia, molécula o producto biológico sirva para hacerle un tratamiento curativo a las personas con la infección. “Es probable, tenemos la esperanza”, que en un par de meses podamos decir algo diferente porque hay innumerables investigaciones en curso, pero al día de hoy no hay resultados concluyentes. Se tienen algunas suposiciones, unas más confiables que otras, “pero no podemos asegurar con certeza que actualmente podemos suministrar un medicamento preventivo o curativo para esta enfermedad”. Mientras se cuida en casa tenga presente que todo medicamento y toda intervención, incluso no farmacológica, lleva siempre un balance de riesgo/beneficio. Por eso el llamado es a esperar a que la evidencia sea concluyente.

Algunas claridades sobre los medicamentos que suscitan más interés:

Hidroxicloroquina

Su actividad in vitro (en el laboratorio) no es igual a actividad clínica. La cloroquina y la hidroxicloroquina han mostrado actividad in vitro para SARS-CoV-2. Sin embargo Jaimes aclara que “no hay evidencia de buena calidad ni para SARS o MERS”. Algunos autores han reportado en pequeños estudios que la hidroxicloroquina mejora el aclaramiento viral y adicionando azitromicina aún mas. “Pero con tamaños de muestra pequeños y limitaciones como falta de aleatorización es posible que no se pueda saber que de estos resultados se deben al azar y que eventos adversos se pueden presentar. Ademas son desenlaces no clínicamente significativos”, concluye.

Lopinavir/ritonavir

En su uso off label (permiso legal para aplicarlo en una enfermedad para la que no fue indicado) hay estudios de eficacia que no mostraron diferencias significativas en mejoría clínica. Estos esteroides se asociaron con un riesgo significativamente mayor de mortalidad e infecciones secundarias en pacientes con influenza. Según Jaimes presenta una gran cantidad de interacciones y efectos adversos. No hay evidencia in vitro (en el laboratorio) contra Sars–cov 2. En SARS redujo mortalidad y necesidad de intubación en estudios retrospectivos observacionales (no tan confiables como los RCT).

Este agente combinado oral aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para el tratamiento del VIH, demostró actividad in vitro contra otros coronavirus.

Dexametasona

La justificación del uso de corticosteroides es disminuir respuesta inflamatoria. Sin embargo, hay evidencia de retraso del aclaramiento viral y mayor riesgo de infección secundaria. Los estudios en SARS y MERS no informaron asociaciones con mejor supervivencia, sí demostraron altas tasas de complicaciones. Se advierte contra su uso rutinario en pacientes con COVID-19 fuera de un ensayo clínico, a menos que sea una indicación convincente que la acompañe, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o shock refractario.

Azitromicina

Tiene propiedades inmunomoduladoras (sustancia que estimula o deprime el sistema inmunitario) en enfermedad pulmonar inflamatoria.

Remdesivir

Es una prodroga (se convierte dentro del cuerpo) y fue descubierta precisamente buscando tratamientos contra virus RNA como coronavirus. Ha mostrado actividad in vitro contra coronavirus incluyendo Sars–cov 2. Tiene un estudio fase 1 de seguridad y farmacocinética y parece ser bien tolerada pero puede producir daño hepático y renal. En ébola hay reportes de caso exitosos y ahora se está usando para enfermedad moderada a severa covid 19. No está aprobado por la Agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos (FDA) así que se debe obtener por acceso expandido o ensayos clínicos aleatorizados.

Plasma convaleciente

La razón de este tratamiento es que los anticuerpos de pacientes recuperados pueden ayudar tanto con el virus libre como con el aclaramiento inmunitario de las células infectadas. Se usó como terapia en SARS y MERS de rescate y en H1N1. El metaanálisis (conjunto de métodos enfocados a contrastar y combinar los resultados de diferentes estudios) de estudios observacionales mostró disminución en la mortalidad. Ya se ha usado en series de casos con Sars-Cov 2

Interferón β

Ha mostrado actividad contra MERS. La mayoría de los estudios publicados los ha usado en combinación con ribavirina y/o lopinavir/ritonavir. Sin embargo, la información in vitro y en modelos animales es contradictoria y no hay ensayos clínicos.

Tocilizumab

El estudio publicado en JAMA asegura que los anticuerpos monoclonales dirigidos contra las principales citoquinas inflamatorias u otros aspectos de la respuesta inmunológica innata representan otra clase potencial de terapias complementarias para COVID-19. El fundamento de su uso es que la enfermedad subyacente de un daño significativo en los pulmones y otros órganos es causada por una respuesta inmune amplificada y la liberación de citoquinas, o “citoquinesterapia”.

El tocilizumab, un anticuerpo monoclonal antagonista del receptor de la IL-6, está aprobado por la FDA para tratar la Artritis Reumatoide y el síndrome de liberación de citoquinas después de la terapia con células T de receptores de antígenos quiméricos.

Arbidol

El Umifenovir (también conocido como Arbidol) es un agente antiviral con un mecanismo de acción único que actúa sobre la interacción de la proteína S y el ACE2 e inhibe la fusión de la membrana de la envoltura viral. Esto también lo informa JAMA. El agente está actualmente aprobado en Rusia y China para el tratamiento y la profilaxis de la gripe.

Camostat

Un agente aprobado en el Japón para el tratamiento de la pancreatitis, impide la entrada de células nCoV in vitro mediante la inhibición de la proteasa de serina del huésped, TMPRSS2.

Infográfico
en definitiva

Los científicos intentan

entender cómo enferma este nuevo virus. Se apoyan en la investigación en todas sus formas, la básica del laboratorio y la aplicada en los pacientes.

Contexto de la Noticia

DOS POSICIONES ENCONTRADAS

Los científicos en el mundo andan contra reloj para hallar, con la información disponible, posibles tratamientos. Hay quienes piden esperar a que se encuentre evidencia clínica más robusta antes de usar la hidroxicloroquina, que ya se emplea contra el paludismo, la malaria, el lupus y la artritis. Otros, como el virólogo francés Didier Raoult, ven una esperanza en el fármaco. No en unos meses, ahora. Raoult lideró una nueva investigación –aún no ha sido publicada en revistas científicas ni revisada por pares– que siguió a 1061 pacientes con covid-19, tratados por al menos tres días con una combinación de este medicamento con el antibiótico azitromicina. Según los resultados que dio a conocer: nueve de cada diez pacientes presentaron una carga viral nula y no se observó toxicidad cardíaca. Concluyó que, administrado inmediatamente después del diagnóstico, es eficaz. Sin embargo, el estudio –soportado por el Instituto Hospitalario Universitario Mediterráneo de Marsella, en Francia– fue criticado por no contar con un grupo de control (pacientes a los que no se les administra el tratamiento sino un placebo) para verificar que sí causa efectos positivos a quienes lo toman. “El médico puede y debe reflexionar como un médico y no como un metodólogo”, respondió Raoult a esos señalamientos en una columna en el diario Le Monde. En Colombia, desde el 6 de abril, el Ministerio de Salud autorizó el uso de la hidroxicloroquina para el tratamiento del virus, advirtiendo que la evidencia para su uso aún no es lo suficientemente fuerte ni clara. Una disposición que fue avalada por la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN). El Invima, por su parte, desde la semana pasada considera aceptable el uso de la hidroxicloroquina para una indicación nueva (off label) en el ámbito hospitalario y solo en casos excepcionales que determine el personal médico.

Si quiere más información:

Helena Cortés Gómez

Periodista, científica frustrada, errante y enamorada de los perros. Eterna aprendiz.

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