A falta de una semana para completar cinco meses sin una reactivación de los vuelos comerciales en Colombia –solo se han hecho algunas pruebas piloto entre los Santanderes operados por EasyFly–, los recientes anuncios que llegaron desde Bogotá y Medellín (Rionegro), que tienen las dos principales terminales aéreas del país con el 46,2 % y el 12,1 % de los pasajeros movilizados el año pasado, respectivamente, según la Aerocivil, tienen a la expectativa a las aerolíneas.
En el caso del José María Córdova, de Rionegro, ya hay luz verde de las autoridades para adelantar rutas piloto hacia los aeropuertos del municipio de Lebrija (que sirve a Bucaramanga), Cúcuta, Pereira, Manizales, Armenia y San Andrés. Y en Bogotá, los despegues se harían hacia Cartagena, Leticia y San Andrés.
En ese sentido, los jugadores del mercado ya tienen las medidas listas para alzar el vuelo y es así como Avianca, por ejemplo, la principal compañía aérea del país con el 48,3 % de participación en el 2019, ya definió las bases que le permitieron recibir esta semana los sellos Bioseguridad Check-in Certificado del MinCIT, Procolombia e Icontec y el de Operaciones Bioseguras, que le otorgó también Icontec.
En concreto, la compañía dividió su estrategia en cuatro pilares: antes del vuelo, en el aeropuerto, durante el vuelo y después del vuelo. Algunas acciones que tendrá la empresa para estas etapas son sugerir un kit de bioseguridad con elementos como tapabocas, guantes y antibacterial para los viajeros y que estos hagan el check-in online, así como pedirles que diligencien la información solicitada en la plataforma CoronApp durante los 14 días siguientes al vuelo.
Cuando estén en el aeropuerto particularmente, plantea que el abordaje se haga por grupos pequeños, cumpliendo con el distanciamiento, y a la hora del vuelo los pasajeros y la tripulación deben usar tapabocas, en tanto que los alimentos y bebidas se servirán en empaques individuales (ver Paréntesis).
“Hemos trabajado nuestros protocolos de bioseguridad desde antes de la declaración de la pandemia, bajo los más altos estándares”, detalló en un documento Julián Laverde, vicepresidente de Operaciones de Red de Avianca.
Aire, punto clave
Por su parte Viva Air, que fue la primera aerolínea en recibir el sello Check-in Certificado por parte de las autoridades y la certificación de Operaciones Bioseguras, resaltó que una de las fortalezas está en el sistema de aire de su flota.
De hecho, según comentó Félix Antelo, presidente de Viva Air, a través de filtros Hepa las aeronaves limpian el aire en un 99 % y lo recirculan cada dos minutos, lo que ayuda a dejarlo libre de virus y bacterias.
Incluso, Arturo Barreira, presidente de Airbus para América Latina y el Caribe, señaló en una rueda de prensa en días pasados que por ejemplo en las cabinas de los aviones de ese fabricante el aire que circula “es una mezcla de aire fresco extraído del exterior y aire que ha pasado a través de filtros extremadamente eficientes, que eliminan partículas hasta del tamaño de bacterias microscópicas y grupos de virus”.
Viva manifestó que por ahora aguarda a una potencial reactivación en septiembre, y que incluso en Perú ya retomó sus vuelos, transportando de esta manera a más de 13.000 pasajeros desde el 15 de julio hasta la fecha. En Colombia, cabe mencionar, esa aerolínea tiene una cuota de mercado de 15,6 %, habiendo transportado a 4,08 millones de pasajeros en el 2019.
Ante esta expectativa, Carlos Agudelo, epidemiólogo e infectólogo de la Clínica Universitaria Bolivariana, dijo que no ve con malos ojos que se reabra la ruta Bogotá-Medellín (la más demandada del país) al estar el virus presente en todo el territorio nacional, aunque para el experto sí es un riesgo el cómo se va a garantizar el distanciamiento durante las diferentes etapas del vuelo.
Estando este panorama en el radar, Latam decidió ajustar todos sus protocolos internos en línea con los dispuestos en la resolución 666 de 2020 y en el decreto 1074 del Ministerio de Salud, que sientan las bases sobre las medidas de bioseguridad, además de capacitar a su personal a través de cursos virtuales y campañas de autocuidado.
De acuerdo con Santiago Álvarez, director ejecutivo de esa compañía en Colombia, otras determinaciones tomadas para el momento de los vuelos en los 17 aviones de la familia Airbus A320 que componen la flota de Latam en el país, son los embarques, que se harán de atrás hacia adelante, además del hecho de que durante los viajes no habrá servicio a bordo.
Los ‘peros’
Y a pesar de tener todo listo y contar con el certificado del MinCIT, la empresa, que es segunda en el mercado nacional con una participación de 21,2 % a corte de 2019, tiene una preocupación:
“La situación hoy es muy compleja, pues los anuncios de la Alcaldía de Bogotá sobre la entrada en operación de ElDorado ponen en el limbo el plan de reactivación definido por la Aerocivil que estaba contemplado a partir del 1 de septiembre y prevé 15 aeropuertos”, expresó la firma.
¿Pero a qué se refiere exactamente? Según reportó la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (Iata por sus siglas en inglés), en la industria hay incertidumbre por la falta de coordinación entre las autoridades para dar inicio a los vuelos piloto (ver Claves).
Refiriéndose al aeropuerto ElDorado, de Bogotá, que según Andrés Uribe, gerente de la Iata en Colombia, significa el 76 % de los vuelos que se mueven en el país, la asociación mencionó que las condiciones impuestas allí hacen imposible pensar en una operación viable.
Ejemplificó que el seguimiento de la evolución de la salud de todos los viajeros allí estará a cargo de las aerolíneas durante los 10 días siguientes de efectuado el vuelo, lo cual es una “responsabilidad que recae en el Estado”, y que es uno de los impedimentos que ponen difícil el panorama para volver a volar desde ElDorado.
Y es que, el hecho de que no haya normas únicas de operación en las distintas terminales aéreas es una “preocupación” según dijo Antelo, de Viva Air, por lo que se necesitan reglas transversales para los pilotos de vuelos comerciales.
Por ahora, el inicio de estas pruebas, que arrancó con EasyFly en el trayecto Bucaramanga-Cúcuta-Bucaramanga el pasado 21 de julio, es lento, y en perspectiva de Uribe se precisa urgente la reapertura, principalmente en Bogotá.
Cabe destacar que según un estudio de Oxford Economics recopilado por la Iata, previo a la pandemia el sector aéreo aportaba unos 7.500 millones de dólares a la economía colombiana y generaba 600.000 empleos, de los cuales 4.240 millones de dólares y 339.168 trabajos están actualmente en riesgo por la emergencia. El sector prepara el despegue, pero aún ve nubarrones en el camino.