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Festivales de cine de Antioquia, ¿en riesgo de desaparecer?

Los encargados de dar vida a estos encuentros fílmicos señalan un decrecimiento en la bolsa pública de estímulos y la no implementación de una ordenanza para convocatorias “robustas”.

  • Realizadores de los eventos dicen que no habrá más festivales hasta que se resuelva la asignación de recursos. FOTO: ARCHIVO.
    Realizadores de los eventos dicen que no habrá más festivales hasta que se resuelva la asignación de recursos. FOTO: ARCHIVO.
22 de abril de 2021
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Los festivales de cine en Antioquia se declararon en “desamparo extremo y en riesgo de desaparecer”. Así se lee en una carta firmada entre otros, por Víctor Gaviria, quien actualmente se desempeña como director del Festival de Cine de Jardín.

“Si bien cada uno de los festivales es responsable de la consecución de la mayor parte de los recursos, el aporte de las entidades gubernamentales representa (o debería representar) una base importante para fundamentar estos procesos culturales”, subrayó el documento.

“Sin embargo –continuó– el presupuesto de estímulos a festivales de cine por parte del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia (ICPA), año tras año se ha venido disminuyendo y para este año es crítico (...) el aporte del ICPA se ha cercenado al punto de la pauperización”.

De acuerdo con los firmantes de la misiva, durante 2019 la bolsa de recursos disponible para la realización de estos eventos en el territorio antioqueño fue de 350 millones de pesos. No obstante, tal como lo señalaron, en 2020 disminuyó a 250 millones y ya para esta vigencia se ubicó en 150 millones, que deben ser distribuidos entre 20 festivales en total.

Cada festival –de acuerdo con los realizadores– requiere aproximadamente entre 300 y 500 millones para su realización, lo que nos lleva a que el aporte del ICPA no solamente sea una cifra poco representativa (...) sino que además pone en riesgo la realización de los festivales”.

De otro lado, los signatarios de la carta notificaron la decisión de no participar de la convocatoria a través de la que se asignaban los estímulos por 150 millones aprobados para 2021, cuyo fecha de cierre se concretó el pasado 19 de abril.

“Consideramos inadecuado por parte del ICPA fundamentar la convocatoria en el marco normativo de la ordenanza 029 de 2019”, remarcó el texto.

Molestia entre los cineastas

¿Cuál es la inconformidad con la ordenanza 029? EL COLOMBIANO habló con Víctor Morales, director del Festival de Cine de Oriente, quien narró como esta fue producto de la buena acogida observada por la Gobernación de Antioquia en 2019 hacia los eventos fílmicos.

“Esa ordenanza en su propuesta original –según Morales– contenía los lineamientos para la realización de una convocatoria pública robusta con la que se diera equidad a todos los festivales”. Es decir, tal como lo expuso, el objetivo que se perseguía era una bolsa acorde con las necesidades económicas de cada evento.

En ese acto administrativo, sostuvo el director, quedaron consagrados dos puntos relevantes: el fortalecimiento de los eventos cinematográficos a través de los festivales de cine y la creación de una comisión fílmica.

“En el artículo 10 se definían las fuentes de financiación. En marzo de este año pedimos una reunión para mirar el avance en la implementación de la ordenanza. Ahí la directora del ICPA, Marcela Trujillo, nos dijo que había un problema, la ordenanza 29 tenía las mismas fuentes de financiación que la ordenanza 012. Esta última rige actualmente las convocatorias y los apoyos dirigidos a todo el sector del arte en Antioquia”, apostilló Morales.

La molestia entre los realizadores surgió cuando se enteraron de que la comisión fílmica sí había sido creada, algo que, a juicio de los directores, no tenía sentido y se cuestionaban por qué para un punto de la ordenanza 020 si habían recursos y para el segundo, el de la convocatoria “robusta”, no había ninguna clase de pecunio.

Habla el Instituto de Cultura

“Claramente los representantes de la red de festivales de cine tienen todo el derecho a manifestarse, pero hay algunos puntos en los que no estamos de acuerdo con ellos”, anotó la directora del ICPA.

Al referirse a lo que fue calificado como una “pauperización” en los recursos, aseveró que “tendríamos que hacer un análisis técnico sobre las convocatorias en años anteriores. Es cierto que este año la bolsa es menor, pero eso responde a un criterio y un análisis técnico que se ha dado año a año. Esto de acuerdo a lo que se ha ofertado en el pasado y a los recursos que han quedado sin asignar a los festivales por diferentes razones”.

En 2019 –continuó– la bolsa fue de 350 millones pero tenía discriminaciones. Es decir, dependiendo de la trayectoria y, de los soportes que los festivales de cine tuvieran la capacidad de sustentar, se les entregaba un monto máximo de 35 millones o uno mínimo de 15 millones”.

En ese entonces, conforme a lo argumentado por la funcionaria, se dejaron de ejecutar 150 millones y solo se apoyaron siete festivales de cine.

“En el segundo semestre de 2018 sacamos una segunda fase de convocatorias en la que estuvo ofertada la bolsa de 250 millones dirigidos a los festivales de cine. Sabemos que hubo dificultades de carácter documental porque muchos de ellos no cumplían con los requisitos o porque por la temporalidad en la que se sacó la convocatoria algunos ya no aplicaban, de eso somos conscientes”, apuntó Trujillo.

Finalmente, para esta convocatoria, según el ICPA, se postularon cinco festivales, pero dos de ellos debían subsanar algunos requisitos y no lo hicieron, por lo que, al final, pasaron tres eventos. Sin embargo, uno de ellos renunció al estímulo.

“Entonces, hay un comportamiento de los festivales y los organizadores que nosotros debemos tener como base a la hora de distribuir el recurso”, afirmó la directora, quien además hizo notar que estos no son los únicos actores del encadenamiento fílmico que el instituto debe tener en cuenta con respecto a la asignación de estímulos económicos.

Sobre la ordenanza 029

Al ser preguntada por el objeto de la ordenanza 029, la directora respondió que “tiene un artículo que es exactamente igual a la 012 en su componente de financiación (...) entonces una ordenanza no puede tomar el mismo objeto de financiación porque eso ya se gastó”.

Trujillo enfatizó en que, para este caso, habría que buscar otra fuente de capitalización toda vez que la ya mencionada se agotó.

Nosotros ni estamos dejando de cumplir la política pública ni estamos dejando de lado la ordenanza 029, que perfectamente puede ser marco jurídico de convocatoria porque su objeto es ese, pero no es marco financiero”, puntualizó la funcionaria.

En este contexto, Víctor Morales manifestó que, así las cosas, “hasta este momento los festivales de cine en el departamento no van si el ICPA no resuelve ese tema.

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