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La cultura no duerme
en la Plazuela San Ignacio

Charla, música, teatro y deporte, entre otras actividades, ocuparán la zona durante todos los días de agosto.

  • San Ignacio cambió con las activaciones desde el Claustro Comfama. FOTOS cortesía
    San Ignacio cambió con las activaciones desde el Claustro Comfama. FOTOS cortesía
  • La cultura no duerme en la Plazuela San Ignacio
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16 de agosto de 2022
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La Plazoleta San Ignacio se transformó en este agosto como el escenario de la cultura de Medellín: allí se está desarrollando una programación de 24 horas al día para todo tipo de público. Se han dispuesto tableros de ajedrez y mesas de tenis para el disfrute de paseantes y curiosos que quieran ejercitarse en el deporte ciencia o agudizar las reacciones con los brincos de las pelotas de ping pong. También los lectores noctámbulos o madrugadores pueden prestar ejemplares de libros. El proyecto recibe el nombre de Día –tras–noche y no parará un minuto durante las 744 horas del octavo mes de 2022.

La iniciativa –liderada por Comfama en asocio con la Alcaldía de Medellín– busca ser un antídoto contra la violencia padecida por habitantes de la calle, trabajadoras sexuales y miembros de la comunidad Lgtbiq+.

El centro de la ciudad carga con el estigma de ser un espacio sometido a las lógicas de la delincuencia y el peligro. Un núcleo de la selva de cemento. Iniciativas de este tipo quieren transformar esos imaginarios. En palabras de Sergio Restrepo, responsable del Claustro Comfama, el objetivo de Día–tras–noche es el de construir: “un espacio en el que podamos jugar, reír, leer, compartir un café o una bebida.

Es pensar que la ciudad puede ser un espacio común para las diferencias y el acceso de todos. Con esta idea esperamos seguir aportando a la construcción de un espacio público habitado con cultura y convivencia, que propicie la vida de día y de noche en la Plazuela San Ignacio”.

Hay eventos para todos los gustos y las emociones: hay unos destinados a escribir cartas de amor, desamor; otros en los que se susurran poemas. Además, competencias de tejo, sapito y futbolito.

Los taxistas pueden concertar una cita a ciegas con un libro recomendado y los viandantes tendrán la oportunidad de soltar sus preocupaciones y temores con asesores psicológicos. En fin, una programación cultural para volver amables el rostro y los brazos del centro de Medellín

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