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Las voces antioqueñas en el Hay Festival
Cinco antioqueños invitados al Hay Festival ofrecen sus conclusiones de las actividades.
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La programación del Hay Festival incluyó escenarios de Jericó (foto), Medellín y Cartagena, entre ellos edificios patrimoniales. La asistencia tuvo aforos controlados. FOTO Manuel Saldarriaga -
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29 de enero de 2022
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Desde el 21 hasta el 30 de enero tres ciudades –dos de ellas de Antioquia– son el epicentro del diálogo de diferentes manifestaciones de la cultura y el arte. En efecto, esta edición del Hay Festival ha llevado a Jericó, Medellín y Cartagena diversas personalidades del mundo de las letras, el pensamiento, la economía, la historia y el periodismo.
Los eventos en Jericó –del 21 al 23– reunieron expertos en educación, periodismo, literatura e historia en escenarios importantes del municipio. Moisés Wasserman, Martín Caparrós, Matt Rendell, Mauricio García Villegas, Sara Jaramillo, Pablo Montoya, Pilar Quintana, entre otros, conversaron sobre distintos temas en el Museo de Arte Religioso, en el Teatro Santa María, Museo Maja. Además, el evento tuvo un toque musical especial: un concierto ensamble entre Filarmed y la Filarmónica Emberá, la primera orquesta clásica indígena de Colombia.
En Medellín las actividades se dieron del 25 al 27 de enero. Las charlas tuvieron invitados de la talla de Adela Cortina, Irene Vallejo, Patrick Radden Keefe, Thomas Piketty, Manuel Vilas, Simón Mesa y se realizaron en el Parque Explora, Eafit y la Universidad de Antioquia.
EL COLOMBIANO invitó a algunos de los participantes de la programación a realizar un balance de los aprendizajes y las preguntas que el evento dejó en el circuito regional.
Simón Mesa, cineasta
“La interacción con personas que vienen a la ciudad y son del campo de las letras y las artes es algo muy interesante para la cultura. Siempre enriquece la cultura que las personas puedan tener una aproximación a visiones y conocer obras y autores de otras partes. Para mí fue muy interesante encontrar personas y obras que no conocía ni había pensado leer: me he interesado en conocer su trabajo. Estos eventos dinamizan el espectro cultural de la ciudad, en general. El hecho de integrarnos en una sola conversación crea vínculos entre las diferentes artes”.
Marcela Guiral, escritora
“Siempre he creído que la generación de conocimiento debe permitir más preguntas que dar algo por sentado. Quedó claro: Medellín necesita narrarse y llevamos muchos años con esa imperiosa necesidad de contarle a la gente y contarnos el mundo a través de muchas narrativas. Se nota que necesitamos como ciudad narrarnos de muchas maneras. En esta época de crisis la imaginación es la que nos ha salvado. Sin duda, creo que es necesario que las políticas públicas sigan funcionando alrededor del arte y la cultura”.
Juan Diego Mejía, novelista
“Sin este tipo de eventos Medellín sigue su ritmo, su rutina, pero la rutina lleva a cierta inercia en el pensamiento. El gran logro de cualquier evento que ocurra en la ciudad es que plantee preguntas sobre cosas que creía sabidas. El Hay Festival es un espacio donde confluyen las ideas de la ciencia, de la religión, de la política. Los pensadores que han estado afilando sus reflexiones en otras partes del mundo vienen a Medellín, a Jericó y a Cartagena y la gente los escucha. Estos eventos sirven para que la gente haga una pausa y reflexione y tome decisiones”.
Mauricio García Villegas, ensayista
“La indignación virtuosa es una actitud moralista que, en casos de desacuerdo, consiste en ponerse en una especie de pedestal ético, proclamando el bien que está del lado propio y el mal que está del otro lado, todo ello sin ver que, por lo general, el asunto del bien y del mal es mucho más complejo y no se resuelve con una simple división de buenos y malos (...) yo diría que una mejor educación y sobre todo una mejor educación sentimental o emocional, que sirva para controlar las emociones, para prevenir sus efectos nefastos y para ser más racionales”.
Pablo Montoya, escritor
“El Hay Festival es un lugar muy propicio para el intercambio con el público, con los lectores. Además, se tiene la posibilidad de escuchar opiniones de escritores, de discutir, de polemizar sobre temas de la literatura. Pero, por otro lado pienso, que el Hay Festival tiene a veces un cierto toque de turismo literario. Es como una especie de feria de las vanidades literarias. Eso se siente y se ve. Es un festival literario articulado al turismo, cosa que no reprocho del todo. Siempre he sido muy bien tratado por los organizadores, es un festival de alto nivel profesional”.
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