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Es 23 de diciembre de 1971 y en Chicago anuncian una gran nevada. El pastor protestante Russ Hildebrandt quiere liberarse de su matrimonio con Marion y y tiene la esperanza de que sea ella, quien también vive una vida secreta, la que termine la relación. Mientras tanto, cada uno de sus cuatro hijos enfrenta sus propios dilemas: Clem, el mayor, ha vuelto a casa de la universidad influenciado por el moralismo extremo. Becky, que hasta ese momento ha sido una reina en su escuela, se ha inscrito de lleno en la contracultura. Perry, que se la pasaba vendiendo dorgas, ha decidido volverse mejor persona, y Jay, el pequeño, transitará por la vida entre incertidumbre y asombro. Así, todos los Hildebrandt persiguen una libertad que los demás miembros de la familia, cada uno por su cuenta, amenazan con coartar.
Este es el argumento de Encrucijadas, la nueva novela del escritor norteamericano Jonathan Franzen, que promete ser la primera parte de una trilogía que llegue hasta la época contemporánea. Una exploración de la vida de sus personajes, aunque su autor admite, en una rueda de prensa en la que participó EL COLOMBIANO, que se concentró en hacerla entretenida, más que una historia que invite a reflexionar o que se convierta en arquetípica.
Franzen, elegido en 1996 como uno de los Mejores Novelistas Jóvenes de Estados Unidos por la prestigiosa revista Granta, contó que para escribir esta novela se tomó un buen tiempo para alcanzar a ser una persona diferente y así evitar repetirse, técnica que, confiesa, siempre ha utilizado y le ha servido. Por ese motivo comenta que le será extraño escribir tan rápido los demás volúmenes de la trilogía en tan poco tiempo, aunque hace la claridad de que no está seguro de lo que pueda pasar mientras las escribe, por lo que recomienda a los lectores tomarse libro a libro en lugar de esperar a que estén todos publicados.
Sobre la creación de los personajes, Franzen señala que uno de sus principios es crear personajes complejos con los que el lector pueda fraternizar y entretenerse, algo que solo se logra haciéndolos complejos, pero también busca hacerlos diversos entre ellos, para que logren abarcar a todas las personas. Un ejemplo de este proceso es la figura de un pastor protestante como Russ Hildebrandt, que a primera puede ser aburrido, pero otorgándole defectos comunes como la duda, el desinterés por su pareja, la envidia por otro pastor, son rasgos que le dan profundidad. Además, antes de empezar a contar su historia el autor se impuso el reto de escribir tres escenas cómicas de Hildebrandt para estar seguro de cómo debía ser.
Los temas y la investigación
A pesar de que en la novela trata algunos temas que no le son tan cercanos dentro de su obra como la fe, la religión, incluso las drogas, señala que no necesitó investigar mucho. Se basó principalmente en sus experiencias de infancia durante los años 70, cuando sus padres lo llevaban a la iglesia cada domingo e incluso hizo parte de un grupo de misioneros que viajó a Nuevo México. Sin embargo, resaltó que este es, hasta la fecha, su libro menos autobiográfico, y que en lugar de usar sus anécdotas personales que no eran tan llamativas, evitó probar drogas hasta que fue adulto, utilizó las de sus compañeros, algunos las vendían en la escuela como lo hacía el personaje de Perry.
Aun así, Franzen cuenta que durante la escritura tuvo muy presente dos libros, Reason in the dark time (1992), que lo leyó hace unos siete años y que lo marcó profundamente. Él es un gran defensor de los temas ambientales –la ecología es recurrente en su literatura y la ornitología es su gran hobbie– y también las novelas de la escritora española Elena Fernández, cuya obra completa leyó en una semana.
Respecto a los temas religiosos en la novela, Franzen, quien dice no ser religioso, señala que hay una falsa creencia de que la religión debe estar vinculada a un culto, a un espacio específico como la iglesia. De todas formas, considera que la humanidad es supersticiosa y mitológica y como prueba señala a los detractores del cambio climático, quienes a pesar de todas las pruebas científicas, se mantienen firmes en su negativa a aceptarlo. “Si no lo creemos, no podemos considerarnos una especie racional”.
A pesar de todo, la novela retoma algunos de los temas preferidos de su autor, el cambio climático, las familias norteamericanas, la identidad, el futuro.
Otras novelas
El celebre escritor ha ganado fama internacional gracias a su novela Las Correcciones (2001), que obtuvo el National Book Award, y por Libertad (2010), que lo llevó a ser portada de la revista Time el 31 de septiembre, siendo el primer escritor norteamericano en hacerlo en una década. Además esa novela lo hizo merecedor, en España, del Premio a la Mejor Novela del Año otorgado por los lectores de la revista Qué Leer. Ha venido a Colombia como invitado en el Hay Festival de Cartagena.
Jonatha Franzen regresa con su novela Encrucijada, un retrato de una familia norteamericana en la década de los 70. Promete que será una trilogía. Foto: Archivo