Con su trabajo entre Houston, Frankfurt, Londres y demás invitaciones, es singular ver a Andrés Orozco-Estrada en Colombia. El director de orquesta está en Medellín para dirigir a la Filarmónica Joven de Colombia durante el concierto de aniversario del Teatro Metropolitano, que se llevará a cabo en el teatro de la Universidad de Medellín por los arreglos del primero.
¿Qué diferencias hay a la hora de dirigir una orquesta joven?
“Hay muchas, yo creo que la mayoría son positivas. Una cosa básica es, por supuesto, la energía que tienen los jóvenes, y como esa disposición y entrega física que pueden aportar todo el tiempo. No es que esto no ocurra en las profesionales, sino que se nota mucho más entre los jóvenes.
Hay algo también importante, por lo menos para mí, y es esa oportunidad de trabajar con gente joven, que está muy abierta a experimentar, a tener ideas nuevas y formas diferentes de interpretar la música”.
Entonces, ¿los jóvenes están más prestos a ser dirigidos por una cara nueva?
“También hay que decir que, como todo, tiene sus lados buenos y malos.
Una orquesta profesional que está todo el tiempo tocando y entra en eso que llamamos una rutina puede tener agotamiento, eso es natural y cierto. Sin embargo esto representa también una ventaja, pues esa rutina los llena de conocimientos, de eso que llamamos repertorio: conocen bien las obras porque las tocan muchas veces.
Lo bonito es eso, que en el mundo de la música existen ambas partes. La clave es no perder el espíritu de la energía, por lo menos para la inspiración musical”.
¿Qué piensa del apodo que la prensa alemana le puso en el 2012: “el suplente de oro”?
“Creo que no puedo opinar mucho: fue fruto del éxito que tuve en dos reemplazos en la Filarmónica de Viena. Fue, en su momento, una manera de resaltar el riesgo que toma una orquesta al invitar a un director joven que no es del todo conocido”.
Se acerca a los 40 años de edad. ¿Todavía se siente un director joven?
“Sí, por supuesto. Yo creo que la juventud es, similar a como decía con anterioridad, no solo un asunto físico sino también una manera de experimentar la música y la vida”.