De su padre, uno de los artistas más representativos de México, aprendió que con disciplina y amor a la profesión debía llevar el legado familiar.
Alejandro Fernández, de 47 años, el hijo menor de Vicente, o Chente, como le dicen de cariño en Colombia, ya ha pisado el escenario de esta ciudad y guarda los mejores recuerdos de un público que “bien sea solo o con mi padre”, le ha demostrado mucho cariño.
Este viernes presenta en el Centro de Espectáculos La Macarena su gira Rompiendo Fronteras. Habrá rancheras y baladas porque “cada género tiene lo suyo. Será pura diversión”, le dijo el artista a EL COLOMBIANO.
Veinticinco años de carrera y al “Potrillo” no le falta cumplir ningún sueño. Cuenta que lo único que le pide a la vida es “poder seguir estando en el gusto de mi público todos los días”.