A partir del sábado 7 de septiembre, la ciudad se prepara para la edición 23 de Medejazz, un festival que en 10 conciertos reunirá sonidos que pasarán por el bossa nova de Caetano Veloso y sus hijos, la salsa de Ismael Miranda y música tropical colombiana con Los Cumbia Stars.
Pero entre todos esos sonidos diversos, el género que bautiza al festival, el jazz, sigue presente. El público podrá escuchar el free jazz del trío MaxMantis de Suiza, el latin jazz de la Familia López Nussa de Cuba o el jazz fusión de Pachito Muñoz Cuarteto. Entre tantas vertientes, ¿cómo distinguirlos?
Samuel Farley, docente de piano y teoría jazz del Departamento de Música de Eafit, destaca que es difícil categorizar la música, pero siempre queremos hacerlo. En términos generales, “el jazz tiende a la improvisación”, pero de ese género norteamericano que tuvo sus primeros destellos en Nueva Orleans, con influencias latinas, africanas y europeas. “Realmente es una música universal que combina cosas de todas partes, con influencias locales e internacionales”.
Lo explica también el autor Ted Gioia en su libro The History of Jazz. En el territorio de Luisiana confluyeron culturas y el legado árabe fue un eje fundamental para que nacieran iniciativas como el jazz, “las culturas latinas siempre han sido receptivas a las influencias frescas de África”.
Lo apoya con ejemplos. “De hecho, solamente en el área de la música el número de híbridos exitosos entre lo latino y lo africano (como la salsa, el calipso, el tango o la cumbia) es tan grande que uno solo podría especular que estas dos culturas tienen una atracción magnética”, señala Gioia.
En esa historia de encuentros, alteraciones y modificaciones, el jazz también ha tenido protagonismo. Empezando, por ejemplo, por el latin jazz, Como su nombre lo explica, “lleva ritmos latinos de Cuba, Puerto Rico y Brasil”, dice Farley. Por otro lado, el free jazz (jazz libre) es más complejo, “es música que tiene fama de ser densa, con menos rasgos populares que hagan que sea fácil de escuchar”. Es música sin tantos parámetros y elementos como el ritmo o la armonía hacen parte de una exploración que no está definida para que el músico decida espontáneamente.
Con el jazz fusión se habla de mezclas con el funk y música popular. “El ritmo suena bastante bailable”, allí caben también denominaciones como el jazz afrocubano (que tiene de latino y tiene de fusión), que en últimas representa cómo el género aterrizó en un territorio y esa cultura hizo como suya a esa invitada musical. Lo que hay son opciones para escuchar a partir de esta semana, ya depende de su oído escoger cuál es la que prefiere usted.