Los integrantes del plantel verde no le huyen a la autocrítica después de la derrota contra Pasto (2-0) del miércoles pasado.
Macnelly Torres, referente, le dijo a los periodistas que en el plantel tienen claro que no están en el nivel deseado. “Me gusta analizar el juego y siento que debemos ser más finos porque ningún equipo le deja espacios a Nacional”, declaró.
Consciente de los planteamientos de los rivales, el cuadro de Juan Manuel Lillo, principal apuntado por los malos planteamientos, deberá empezar a redimirse con su afición mañana frente a Envigado (7:30 p.m.)
Uno de los temas que afrontará es la ausencia de su garantía más fuerte: Franco Armani, expulsado en la capital nariñense.
Las cifras, no obstante, avalan al cuadro verdolaga cuando el argentino no ha estado en su pórtico: en 2017, Nacional apeló a hombres como Cristian Bonilla y Cristian Vargas -el que atajaría mañana- en ocho oportunidades, de las cuales salió con triunfos en siete y un empate en la restante. Un promedio de 92,8% sin Franco.
Además, otro de los aspectos es el del rearmado del equipo que en los últimos dos juegos no le ha dado resultado, sabiendo que enfrentará a un Envigado que lleva cuatro victorias seguidas en su casa. “Tenemos que apelar a corregir esos detalles que nos han hecho perder el enfoque de nuestro estilo”, dijo Lillo.